PSYCHO | KTH&JJK

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-Pero cariño ¿Por qué te irás tan pronto? Apenas fueron cuatro días.

-Mamá, quiero ir a casa, no me siento bien aquí.

-Pero Taehyung...- su madre lo miró con ojos suplicantes con la intención de que su hijo dejara las maletas en el piso y le dijera que se quedaría más tiempo.

-No mamá, en serio quiero irme, tal vez venga luego ¿Si? ¡Adiós papá, adiós chicos!- Taehyung se despidió con una sonrisa y salió rápidamente antes de que su madre comenzara a suplicarle de nuevo.- ¿Jungkookie?

-¿Si?

-Vamos.

-Creí que no saldrías nunca de allí.- dijo el menor agarrando la maleta y comenzando a caminar hacia la estación de taxis.

-Mi madre no me quería dejar ir, ella es...ella.

Jungkook asintió, apretó sus labios y miró al mayor de reojo, lo que pasó ayer le había dejado cierta espina que lo estaba molestando ¿Por qué Taehyung no quería ser más su psicólogo? Sí, era consciente de lo que aquel hombre sentía por él pero ¿Acaso importaba?

-Oye Taehyung.

-¿Mmm?

-Quería hablarte sobre lo de ayer.- dijo mirando sus pies.- ¿Realmente no quieres tratar más conmigo?

El castaño suspiró cansado.

-No es por ti kook, es por mi ¿Podrías entender eso? No puedo seguir viéndote como mi paciente, porque quiero algo más que eso.- confesó. Ese había sido uno de sus primeros errores, haber desarrollado un gusto por Jungkook cuando tenía claro que eso no era posible.- por supuesto que me encantaría, me gustaría seguir tratandote, pero no es bueno para ti y tampoco para mí.

Jungkook pateó una piedra invisible mientas caminaba. Era caprichoso y le gustaba tener buenos resultados, costara lo que costara.

-Puedo pagarte.

-Jungkook no, por favor, no insistas, no será.- soltó brusco. Por más que le doliera debía decirlo.- estoy tratando de que estés bien.

-¡Yo no quiero estar bien!- Jungkook alzó la voz y algunas personas alrededor lo miraron, sin embargo le importó muy poco.- quiero que tu sigas siendo mi psicólogo, quiero que tu veas por mi así digas que no estas capacitado.

Taehyung lo miró anonadado sin saber que le sucedía.

-¿Qué pasa contigo? ¿Por qué estás tan encaprichado en qué sea yo?

-Porque así quiero que sea.

El mayor iba a responder, pero calló sus palabras cuando vio que habían llegado a la estación de taxis. Se acercaron a uno y pidieron que por favor los llevara a la estación de trenes de Seoul.

En todo el camino hubo silencio de parte de ambos chicos, después de esa mini charla/discusión no se habían atrevido a dirigirse la palabra.

Por otro lado, Taehyung había quedado estupefacto ante las palabras del más joven, entendía que las personas como Jungkook eran así, caprichosas, querían conseguir todo costara lo que costara, pero él quería creer otra cosa que se salía completamente de la realidad, deseaba creer que Jungkook lo necesitaba.

No iba mentir, desde que Jungkook llegó a esa clínica Tae de inmediato sintió cierta cercanía por el chico (otra cosa era que lograba ocultarlo para que los demás no se dieran cuenta) por esa razón, algunas veces cumplía un que otro capricho del menor, tales como: levantarse tarde, prohibir que a veces le abrieran las ventanas de la habitación o una que otra vez permitir que Jungkook no tomara sus pastillas, pues cuando esto pasaba Taehyung iba a verlo y corroboraba que estaba en perfectas condiciones para consentir que no tomara sus medicamentos.