Sabia que en su profesión aquello no estaba bien, no era ético, pero a Taehyung no le importaba.
Solo importaba él, Jeon Jungkook.
¬Historia original.
¬No se aceptan adaptaciones y/o copias.
¬Todos los derechos reservados.
Empezada: 05/08/2020
Te...
Jungkook pintó las flores como su profesora le había enseñado, las ramitas verdes y los pétalos de diferentes colores.
Al terminar su dibujo le dio un último vistazo y sonrió. Sí, a su mamá le encantaría.
Se levantó del piso sacudiendo sus rodillas y yendo hasta donde estaba su madre. Había querido hacer aquel dibujo para hacerla sonreír un poco, pues cuando su padre no estaba ella estaba triste, así que Jungkook supuso que era porque su papá no estaba.
Corrió hasta la gran habitación de sus padres y allí estaba su mamá.
¿Por qué lloraba?
-¿Mami?- el pequeño se acercó a pasos cortos y subió a la cama como pudo.- Mami no llores, no me gusta que llores.- la sacudió para llamar su atención.
La mujer se limpió algunas lágrimas y colocó su mirada en su pequeño hijo.
-¿Qué pasa cariño?
-He hecho esto para ti.
Le extendió la hoja con una sonrisa.
Ella la tomó y lloró aún más, confundiendo al pequeño Jungkook. Ella no debía llorar por su dibujo, tenía que sonreír ¿Acaso había quedado feo? Podía pintarlo mejor.
-Mami ¿no te gustó?
-Me encantó mi vida.- dijo ella apretando la hoja entre sus dedos.- es precioso.
-Pero sigues llorando.
-Son lágrimas de felicidad mi amor.
Jungkook ladeo la cabeza confundido ¿Habían diferentes tipos de lágrimas? Bueno, se lo preguntaría después.
La puerta de la entrada se escuchó ser abierta. La señora Jeon abrió sus ojos tanto como le fue permitido. Su esposo había llegado y eso sólo significaba una cosa.
-Jungkook, ve a tu habitación, rápido.- dijo ella bajandolo de la cama y entregándole el dibujo.
-¡No mami! El dibujo es tuyo, quedatelo.- él se lo extendió de nuevo.
-Cariño luego me lo das de nuevo, necesito que salgas.
Jungkook asintió con un puchero en sus labios, salió corriendo a su habitación, pero a medio camino su pequeño rostro chocó con un cuerpo grande.
-Quítate mocoso.- escupió su padre.
-Lo siento papá.
-No me llames así, no lo soy.- dijo él, miró a Jungkook y se puso a su altura.- no me vuelvas a llamar así, no lo soy, no tengo un hijo que está mal de la cabeza.
Jungkook hizo un puchero y se fue corriendo a su habitación. No sabía porque su padre le tenía tanto odio, él no le había hecho nada como para que le hablara de esa manera.
Los ojos del pequeño comenzaron a picar y las lágrimas a salir. Su pechito dolía, él no quería que su padre le hablara de esa manera.
Él no había hecho nada malo para ganarse ese odio.
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