EXTRA

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Jungkook apretó la taza de café en sus manos y dejó su mirada fija en la ventana, estaba atardeciendo y el cielo se veía demasiado bonito como para no apreciarlo.

Debía destacar que algunas veces se sentía solo en aquel departamento. Bueno, con la compañía de su pequeño perrito Yeontan (el cual le había comprado Taehyung para que le hiciera compañía).

Suspiró una vez más y se prometió a sí mismo no volver a pensar en cosas como esas.

La puerta de la entrada sonó y no hizo falta que se diera la vuelta para verificar quien era. Yeontan ladró por unos segundos para llamar la atención de la persona que acababa de entrar.

Jungkook sonrió cuando oyó los pasos más cerca y luego sintió unas manos en su cintura. Cerró los ojos y recargo su cabeza en el hombro del mayor.

-¿Cómo estas cariño?

-Supongo que bien.- dijo bajito.

-¿Seguro? Últimamente te noto algo decaído.- Taehyung lo pegó más a el y reafirmó el agarré en la cintura de Jungkook.- sé que últimamente he estado llegando tarde, lo siento por eso, se que te sientes solo y por eso te traje a Yeontan. Jungkookie, puedes salir con tus amigos o caminar, no estás en una cárcel, yo no te privare de que hagas esas cosas.

-No dije eso Tae...- el chico se dio vuelta aún con la taza de café en mano, dejandola en medio de el y de Taehyung.- sí, a veces me siento solo aquí, pero no es algo con lo que no pueda lidiar, y además, no me gusta salir con mis "amigos".

-Tu no cambias.- Taehyung dijo agarrando la taza que tenía el menor en mano dejándola sobre la mesa. Se acercó más a él y besó sus labios como tanto había querido desde que salió del trabajo, los saboreo y mordió como sabía que a Jungkook le gustaba.- ven aquí.

Palmeo el muslo de Jungkook varias veces indicándole que se subiera a su cintura, y así lo hizo, se impulsó y cruzó sus piernas alrededor de Taehyung, pasando sus manos por los hombros y acariciando sus cabellos.

Tae caminó hasta la habitación cerrando la puerta con el pie, dejó a Jungkook sobre la cama y comenzó a repartirle besos por todo el cuello, recibiendo un que otro jadeo por parte del menor indicándole que lo estaba haciendo bien. El ambiente ya se había tornado caliente al igual que los cuerpos ansiosos de estar juntos, las respiraciones agitadas mezclándose y los constantes besos regalados por el otro.

Pero como nada podía salir perfecto, el celular de Taehyung comenzó a sonar en su bolsillo y soltó un gruñido de desesperación. Ignoró la llamada pero Jungkook lo despegó de él para que lo mirara.

-Contesta.

-No quiero...- dijo con la intención de besarlo de nuevo.

-Taehyung contesta, puede ser algo importante.

-Bien.- rodó los ojos con fastidio, sacó el celular y sin mirar quién era contestó.- ¿Quién habla?

-¿Doctor Kim? Soy yo, la señorita Choi.

Tae pasó las manos por sus sienes y suspiró.

-¿Qué pasa?

-El día de mañana el jefe quiere que asista a una reunión para aclarar algunos puntos y quería saber si usted asistirá o prefiere que le mande la propuesta en una carta por correo.

Taehyung apretó su mandíbula. Sabía que Choi aún era muy joven e ingenua, pero era algo obvio cual sería su respuesta.

-Mandale la carta, dígale al jefe que no podré asistir a su reunión mañana. Gracias Choi.

PSYCHO | KTH&JJKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora