La Maestra y La (no) Alumna. Segunda Parte.

27 de septiembre de 2019

Como ya dije estuve dos semanas sin aparecer por el colegio y, según mis fuentes, se me echó de menos... Lógico, ¿cómo no echar de menos a esta tremenda rubia? ¡Nah! En verdad echaban de menos que alguien les trabajara de gratis... Pero bueno ese es otro tema del que no quiero hablar...

   Hoy estoy aquí, de nuevo, porque hay, otra vez, fiesta del agua. Peeeero esta es con diferencia, la mejor de las 3 en las que he estado, se los aseguro y ahora verán por qué.

   Llego al colegio y veo a Amelia aparecer con ropa bastante bonita, bueno, ella siempre va bonita, ya lo saben, pero teniendo en cuenta las circunstancias, pues no lo entendía hasta que caigo en que antes de la fiesta hay un acto importante y ella va a hablar en él. ¡Qué bien habla! ¡Qué bien se expresa! ¡REINAAAA! ¡EL BARRIO ENTERO PA TI! Bueno, ya...

   Una vez pasado eso, se cambia de ropa en lo que me deja a mí cuidando a su curso en el patio (sin que Lourdes se enterase) y aparece con unos shorts de sport rosa que dejaban a la vista esas maravillosas piernas morenas que me vuelven loca y que le marcaban toda la parte trasera que da gusto (para gusto el que me doy yo admirando las vistas) y una camiseta de un color parecido. Mi boca se cae al piso al verla, ella se acerca riéndose y hace que me limpia la baba.

- Amor, por favor, delante de los niños no.

- Perdón, perdón. Pero es que... - resoplo y vuelve a reírse negando con la cabeza.

   A los pocos minutos, le toca a su clase meterse en la espuma y yo me meto con ellos (mi DNI dice que tengo 23 años, mi cabeza diceque tengo 10). Ella en un extremo, yo en el otro controlando que ninguno se tirara al suelo para evitar accidentes y, de repente, se acerca dando pequeños saltitos al andar muy graciosos. Se para delante de mí, coge espuma con las dos manos y me la pone en la cabeza.

- ¡Mira que linda la peluca! - se empieza a reír como una niña chica y yo me freno en seco para no hacerle cosquillas y seguir con la bobería. Más que nada porque Lourdes está al acecho desde las escaleras. Que ganas más tontas de escupirle en un ojo, la verdad.

  Cuando se acaba nuestro tiempo y después de que se hayan quitado toda la espuma, nos vamos a las actividades que hay repartidas por todo el colegio y en una de ellas veo que hay globos de agua junto a su bolsa. ¿Qué hago? Ir a llenar más globos y empezar una guerra contra ella y su clase. (Final inesperado en esa guerra sin tregua)

   Aparezco con tres globos, de momento, y se me acerca toda feliz pidiéndome que le dé uno. Se lo doy, se lo lanza a su clase y empieza a saltar mientras se ríe, ¿cómo vas a ser tan bebé, Amelia Ledesma?. Me río solo de verla tan feliz, pero aprovecho un momento de despiste para tirarle yo a ella uno que la moja de cintura para abajo y que la obliga a mirarme con la boca abierta de la sorpresa. El que me falta, se lo tiro a otra clase que hay al lado, solo para molestarles porque están muy tranquilos y también porque son mis niños del grupo de las tardes, entonces hay confianza.

    Amelia y yo nos movemos a otra actividad con los niños. Esta también tiene globos y consiste en poner a los niños en dos filas y con paños de cocina ir pasándose globos hasta meterlos en un cubo. Bueno, para qué fue eso... De un momento a otro, Amelia está con una fila, yo con la otra y nos ponemos a competir entre nosotras, pero usando a su clase como excusa. Lo gracioso es que hasta ellos empiezan a picarse unos con otros y bueno... Toda gracia deja de tenerla cuando empiezan las discusiones y eso ocurre. Los dos de siempre empiezan a pelearse hasta casi terminar en las manos, pero mi mujer se pone seria (Luisita cachonda is coming) y les dice las cosas claras.

- Si no se van a saber comportar, se sientan y no juegan más. Siempre lo mismo con ustedes dos. Tener que parar toda una actividad para echarles la bronca. Aquí una no puede darles la mano porque se cogen el brazo - toda la clase está en completo silencio. Es raro ver a Amelia enfadada, pero cuando lo hace, mejor que no pasen ni las moscas alrededor de ella - Como haya que parar otra actividad, se vuelven para la clase y se quedan allí solos hasta que sea la hora de marcharnos, ¿me entendieron? - Los dos niños asienten, dejamos las cosas en el suelo y nos vamos a la siguiente actividad.

   Como en esa no hay competencia, yo voy sin que se note, a rellenar más globos y en vez de bajar al patio, me voy por la zona de arriba hacia donde están ellos. Amelia le está dando la espalda al sitio en la que estoy yo, entonces me acerco haciendo la seña con el dedo a los niños para que no digan nada y poder tirarle otro globo. Consigo mojarla y asustarla al mismo tiempo y me levanta el pulgar en señal de aprobado a ese susto. 10/10 el salto que pegó, digno de las Olimpiadas. ¿Lo que ocurre después?

   Su clase empieza a perseguirme por todo el patio, 25 niños en mi contra, amenazándome con globos de agua, mientras Amelia se ríe de mi desgracia a lo lejos. No hacía tanto cardio desde... Bueno, no sé, hace mucho de la última vez, aunque... ¿Hacer el amor cuenta como cardio? Mmmm... Pregunta importante, ya hablaré con Marina sobre eso, a ver qué me dice. ¡Ay, Marina! Lo que te has perdido hoy de tu barquito favorito.

    A la hora de salir, después de que Amelia entregara a todos los niños a sus padres, va al baño a cambiarse de ropa, lo que ella no sabe es que yo llevo esperándola todo ese tiempo escondida en la bañera. Me da tiempo hasta de cambiarme yo de ropa... La lentitud.

   La oigo hablar de lejos y, a los pocos segundos, ya en la puerta del baño.

- ¡Sí! Me cambio rápido, te aviso - ¿cómo? ¿No voy a poder salir después? ¡Joder joder joder! ¡Siempre igual conmigo! (Suena Romeo de fondo con "una aventura es más divertida si huele a peligro").

  Cierra la puerta con llave y asomo la cabeza.

- ¡Luisitaaaaaa! ¡Qué susto, por favor! ¿Qué haces aquí?

- ¿Tú qué crees? Plantar margaritas, no te fastidie - se empieza a reír y me pega en el brazo.

- No seas idiota. ¿Sabes que después vas a tener que esperar para salir, no?

- Estaba pensando en salir por la ventana, fíjate tú... No quiero traumarme en el caso de ver a alguna de mis antiguas profesoras desnuda...

- ¡Conmigo no tuviste ese problema! - se acerca coqueta a mí.

- Contigo nunca tengo ningún problema en verte desnuda, pero porque no fuiste mi seño - me río y la agarro de la camiseta para acercarla más a mí - Y aunque lo hubieses sido, para mí siempre será un placer verte sin ropa porque ese cuerpo es digno de admirar todo lo posible.

    No hacen falta más palabras, ya nuestras bocas junto con nuestras lenguas hacen el siguiente paso. Nos dejamos llevar y yo la voy "ayudando" a quitarse la ropa para cambiarse. Cuando se queda en ropa en interior, me separo, la mira de arriba a abajo y me muerdo el labio, ella me mira avergonzada y me resulra tan tierna verla así. Juro que no mentí el día que dije que Afrodita tendría envidia de la belleza de Amelia, es que esta mujer no es de este mundo. Y encima cada día que pasa, está más hermosa o igual yo estoy más enamorada o ambas opciones son correctas. Lo que sí sé de seguro es que lo que siento por esta mujer, no volveré a sentirlo por nadie jamás, pero, por suerte, no tendré que averiguarlo porque lo nuestro ya es "4eva" como dicen en Twitter.

   Ese día, por suerte, nuestras cabezas desconectaron del drama y solo se centraron en disfrutar como niñas. Nos dio igual si luego nos caía una bronca por X motivo inventado por la directora, nosotras fuimos felices y los niños también se lo pasaron bien, eso es lo que nos importa.

  Por si les interesa, que sé que no. Antes de salir del baño, Amelia se asegura que no haya nadie cerca y me meto corriendo en el café. Ya después salgo de ahí super tranquila y relajada con mi ropa y mi mochilita, como si no hubiera pasado nada. En el parking, esperamos que se vayan todas, como siempre, y me subo al coche, ese finde va a pasar algo importante, así que... Me voy a pasarlo a su casa.

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   Un poco de calma dentro de la tormenta. Luisi y Amelia también saben sacar a las niñas que tienen en su interior que es algo que se agradece de vez en cuando.

   ¡Se viene un día importante en nuestra amada familia bolleril!

   Nos leemos el sábado!

    Pórtesen bien😘 (o no)