31 de octubre de 2019 (Parte 2)

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(Nota de la autora: este capítulo puede contener spoilers de Coco. Asegúrate de verla antes de seguir leyendo...)

Acaban las clases y me voy con Amelia para casa. Dice que me compró un disfraz elegido por Davinia para esta noche y vamos las tres con disfraces relacionados.

- ¿De qué vamos a ir?

- Cosas de tu hija...

- ¡Oh! Cuando hace algo que no te gusta es mi hija, ¿eh? - me río - Seguro es de algún dibujo animado.

- Sabes que a mí me gustan los dibujos animados, pero es que me dio al que peor está... - me reí más alto.

- ¡No! ¿Te dio al huesudo de Coco?

- ¿Pero...? Bueno, paso. Seguro que ya te comentó algo...

- No, amor, pero es el único que no te hace gracia ninguna, a pesar de ser un trocito de cielo.

- Luisita, antes de enterarse de ESO, se aprovecha de él... Eso está feo.

- Bueno, pero fue porque lo necesitaba... Cualquiera en su situación hubiese hecho lo mismo. Hay otro que lo hizo siempre todo mal y míralo.

- Ya, bueno, ese recibió su merecido...

- Como Lourdes. ¿Cuándo crees que se vaya del todo?

- No lo sé, tiene todo el fin de semana, pero ya sabes cómo es la burocracia... A lo mejor se queda hasta que encuentren a alguien que ocupe su puesto.

- ¿Tú crees? Amelia, eso sería horrible... Después de lo que le dijiste es capaz de echarte.

- Que me eche, Luisita. Que me despida... De verdad que ya me cansé, parece que soy una alumna más que me tienen que estar controlado todo el rato. Es cierto que nos podría haber visto algún alumno, pero es que si, precisamente, me metiste en esa clase es porque en esa zona no pueden entrar sin la profesora. Amor, que parece que no nos conocemos el colegio y las zonas en las que podemos bajar un poco la guardia.

- Bueno, Amelia, tranquila. Ya el lunes veremos que pasa. Hoy vamos a relajarnos y disfrutar con la pequeña...

- ¿A ti te apetece esa salida con las chicas?

- Cariño, yo voy donde tú me digas.

- Es que, la verdad, me acaban de dar ganas de beber... Pero te prometí...

- ¡Sh! No pasa nada, eso puede esperar, tenemos todo un fin de semana por delante. Voy a enviarle un mensaje a Cris para que avise al resto.

- Dile que a las 8:30pm ya estaremos disponibles - pongo una de mis manos en su muslo y escribo con la otra.

- Listo. Vamos primero a cenar y luego a beber.

- Bien. Gracias, mi amor.

- Por ti lo que sea - le beso la mejilla y justo en ese momento, llegamos al aparcamiento de casa - Sube tú a casa y voy yo a por la enana.

- Por favor. ¡Uf! Eres la novia más maravillosa del mundo. ¿Qué hice para merecerte?

- Nacer. Ahora vuelvo - beso rápido y dirección al colegio.

¡Uy! Está Inma en la puerta...

- ¡Luisita! ¡Qué alegría verte! - poco te vas a alegrar cuando te digan que tu hermana se va a ir del colegio gracias a ti.

- ¡Inma! Sí, hace mucho que no coincidíamos. ¿Qué tal?

- Bien, bien. ¿A por quién vienes? - como si no lo supieras ya...

La Maestra y La (no) Alumna. Segunda Parte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora