31 de octubre de 2019

735 73 14
                                    

D: *Mami, esta noche te espero en casa para ir a pedir chuches*

L: *Mi amor, qué haces despierta ya? Aún te quedan dos horas para ir a clase*

D: *Estoy nerviosa por hoy y ya no puedo dormir más. Además mamá está haciendo mucho ruido en la cocina*

"Davinia ha enviado un audio"

   Había grabado todo lo que se oía desde su habitación y sí, efectivamente, Amelia está haciendo mucho ruido.

L: *Amor, qué haces? Me vas a dejar sorda*

A: *Qué? Qué dices? Dónde estás? Luisita, no me vaciles, que me he despertado de mal humor*

L: *Por qué? Qué pasó? Ya te quitaré yo la mala leche en un ratito😏*

A: *Ugh!*

   Día de perros en el día de los fantasmas... Tengo que pensar algo para quitarle ese enfado a mi morena. Así que cuando llego al colegio, voy directa a su clase, toco en la puerta y espero.

- ¡Buenos días, señorita Amelia! - sale y cierra la puerta.

- ¿Qué haces aquí? - miro a ambos lados, la llevo a la clase vacía que hay unos metros más allá y la beso - ¡Luisita!

- Tenía que quitarte el cabreo, amor. ¿Te molestó?

- No, amor, para nada. Sabes que esto nunca me molesta, solo me has pillado desprevenida. Gracias - vuelve a besarme y esta vez con más ganas - Y ahora, señorita, me voy a seguir con mi trabajo.

   Se va para la clase y yo me voy con Cris hasta que se hace la hora del recreo una hora después.

- Luisita, ven - nos metemos en la sala de profes - Creo que antes dejamos algo a medias, ¿no?

- ¿Ah sí? - cierro la puerta con llave.

- ¡Sí! - se me acerca coqueta y empieza a besarme el cuello - Me quitaste el enfado, pero alimentaste a la fiera y eso no puede ser.

- ¡Mira como tiemblo! - la verdad sí estoy temblando, pero porque me está besando en ESE punto que te deja sin respiración y que deriva en una sesión de sexo intensita - ¡Amelia! Como sigas besando ahí, no me hago cargo de las consecuencias.

- Pues no te hagas cargo... - intento levantarle la camiseta, pero no me deja - No, no he dicho que vaya a pasar ahora... Esta noche... Después de pedir chuches y dejar a Davinia con mi madre... Tú y yo en mi cama de nuevo.

- ¡Buufff! Me alegra saber que de verdad no me vas a dejar esperando hasta Nochevieja para volver a hacerte mía.

- Ya te dije que no iba a aguantar, amor.  ¿Cómo poder resistirme a ti? ¿A tu cuerpo? ¿A tu olor? Imposible... - ¿dejó de besarme el cuello? No, en absoluto y se me está aflojando las piernas. Tanto es así, que tengo que agarrarme a ella por su cuello. - Ya paro, que veo que te estás debilitando - Se ríe - Te ves tan hermosa así, rendida a mis pies.

- ¡Cállate! No estoy rendida a tus pies, tonta - se vuelve a reír y le pego en el brazo - Vamos a salir de aquí, antes de que te echen en falta.

- ¡Vamos, bobita! - me coge la mano y salimos de allí de vuelta al café.

- ¡Amelia! ¿Dónde estabas? - ¡mierda! Lourdes está ahí.

- ¿Por qué te importa? Estoy en mi hora de descanso. ¿O también tengo que darte explicaciones en mi hora libre?

- ¡No! En absoluto, pero tengo que hablar contigo. Acompáñame.

   Se van a la oficina y yo, como buena cotilla, voy a escuchar tras la puerta.

- Amelia, lo siento, pero ya me cansé de vuestros jueguitos. Esta mañana las vi entrando en la clase de NEAE para besarse. Podría haberlas visto alguien más a parte de mí.

- ¡Ay! Lourdes, vete a tomar por culo - sale de la oficina cabreada y se topa conmigo - Amor, mejor que te vayas. Acabo de cabar mi propia tumba en este colegio.

- De eso ni hablar, amor. Espera - llamo, por fin, a la superiora de Lourdes, a la que encima le caigo bastante bien y le cuento todo lo que ha pasado. Nada más colgar, oigo el sonido del teléfono de Lourdes.

- ¿Qué? Pero ¿por qué? ¡Eso es mentira! - cuelga el teléfono hecha una furia y sale de la oficina también- ¡Estoy harta de ustedes dos! ¡Ya lo han conseguido! Ya me han echado... - Vuelve a entrar y cierra de un portazo.

   Amelia y yo nos miramos y me sonríe aliviada. La abrazo y le doy un beso en la frente.

- Ya está, amor. Todo solucionado. Ya no molestará más - siento una lágrima en mi cuello y la abrazo más fuerte - Ya, mi amor... Tranquila.

- No me creo que haya acabado esta pesadilla...

- Lo sé, preciosa, pero ya acabó. Ahora sí - la llevo al baño y le limpio la cara antes de bajar al patio a cuidar a los enanos -¿Quieres que baje yo sola?

- ¡No! Yo bajo también, pero gracias.

- Pues vamos, entonces - bajamos y en seguida se nos acerca Cris.

- ¡Chicas! ¿Están bien? ¿Qué pasó? Escuchamos los gritos.

- Ya no tendremos que preocuparnos por Lourdes... La han despedido.

- ¿¡Qué!? ¡Por fin! Esto hay que celebrarlo cuanto antes. ¿Esta noche? - nos miramos ipso facto.

- No podemos, Cris... Quedamos con Davinia para pedir golosinas...

- ¡Oh! Mierda, es verdad. No me acordaba que hoy es Halloween. Bueno, pues lo tenemos pendiente.

- ¡Claro! - nos separamos y se va a contárselo al resto.

  Amelia y yo estamos en una nube, parece que estamos empezando de nuevo en esta fantasía y ahora mismo solo hay sonrisas en nuestra cara.

To be continued...

----------------X-----------------

  Invito a las bebidas para celebrar 😂😂😂

   ¡Nos leemos el sábado!

   Pórtense bien😘 (o no)

La Maestra y La (no) Alumna. Segunda Parte. Donde viven las historias. Descúbrelo ahora