Camilo, Camilo. Escuchaba a lo lejos a alguien decir, sin embargo, no podía reaccionar, hasta que un golpe en mi cara me hizo abrir los ojos de golpe, y por una extraña razón no me molesto la luz, ni sentí dolor en mi cabeza por la fiesta del día anterior. Escuche como mi teléfono no dejaba de vibrar, sonando por toda la cabaña por la fricción que hacía con el piso de madera. Lo tomé, y comencé a ver todos los mensajes que tenia de mi madre: ¿dónde estas? ¿ A qué hora llegas? Tu abuelo ya está por llegar. Y un sin fin de mensajes "maldita sea" maldije en voz alta, llevándome las manos a mi cabeza, me senté sobre el sofá en el que me había quedado dormido, busque mis tenis debajo del sillón, pero no los encontraba y mientras seguía buscando tiro al suelo un vaso vacío que alguien había dejado sobre uno de los buros de la habitación y eso hizo que todos se despertarán y comenzarán a quejarse.
— ¿Qué hora es? — pregunta Jess aún con los ojos cerrados.
—Ya es tarde, ya me tengo que ir. Más bien, ya nos tenemos que ir.
Jess se levantó del sofá cama en donde estaba, muy rápido y asustada.
— ¿Qué hora es? — preguntó Jess desesperada, buscando su celular como loca —. No me digas que se nos hizo tarde para la comida de presentación de tu abuelo — continuó buscando como loca —. ¿Dónde está mi celular? Carajo.
— A mí ya se me hizo tarde para ir a desayunar con él, pero si no nos movemos tampoco estaremos listos para la presentación de la beca.
Jess se puso de pie y despertó a gritos a Jerry y Manu: "arriba todos, se acabó la fiesta, ya despiértense bellas durmientes" los chicos sólo se quejaron y Jerry le aventó una almohada a Jess y ella se la devolvió "apúrate ya nos tenemos que ir".
Salimos lo más rápido que pudimos de las montañas; algo en el ambiente me hacía sentir optimista, sin embargo, no sabía con respecto a que me sentía optimista, simplemente tenía esa sensación de que las cosas iban a salir bien, algo inusual en mí porque por lo general los nervios me dominaban y por mucho, cuando se trataba de mi familia y mi abuelo juntos en la misma ecuación, pero algo era diferente en mí en esos momentos, no lograba descubrir que era, pero por más extraño que me parecía, no tenía la intención de descubrir que era lo que me mantenía tan positivo ese día. Decidí sólo aceptarlo y disfrutarlo.
Los chicos nos dejaron a Jess y a mí en la finca, Jess tenía que tomar un baño en el loft si quería asistir a tiempo a la presentación anual que hacía mi familia o, mejor dicho, mi abuelo.
Hace muchos años, mi bisabuelo fundó una beca llamada "La beca Cedeño", una beca realmente importante y asediada por tantos jóvenes estudiantes; la beca consiste en seleccionar 10 estudiantes destacados en un examen en particular que se hace sólo si eres invitado a participar. Las personas que participan en el examen son las más inteligentes o dedicadas del país; los diez mejores estudiantes son seleccionados y se les da una beca completa en la universidad y por un año pueden vivir en diferentes propiedades de mi familia, como la finca de mis papas, la de mis abuelos y la de mis tíos, cada una con una larga historia de brillantes personas habitándola. Durante el año en el que son huéspedes de las fincas de mi abuelo, todos los seleccionados para la beca son puestos a prueba por excelentes profesores, quienes al final deciden quienes son las 5 personas que serán admitidas en la universidad de Harvard para realizar todos los estudios necesarios sin pagar ningún peso a cambio. Sé que mucha gente lo hace porque no podrían pagar una escuela así, sin embargo, todos están conscientes que esto va más allá, porque la beca Cedeño no sólo te ayuda económicamente, sino que es muy respetada en la universidad y el campo laboral; por esa misma razón es que básicamente nos entrenan desde pequeños para ganar esa beca, no por el dinero, sino por el prestigio de ser de los 5 seleccionados anuales y por suerte si es que así lo puedo llamar, fui uno de los 10 seleccionados para la beca y junto a mí, Jess también fue seleccionada; aunque dude que yo gané un puesto en la competencia realmente, sé que Jess se lo ganó con todo el sudor de su frente, y estoy completamente seguro que ella será una de las 5 seleccionadas para la beca en Harvard, de eso no tengo ni la más mínima duda.
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Piérdete En Mí
RomanceTodo el tiempo pensé que a quien querías, necesitabas y tenías que salvar era a él, pero ese día tu mirada me dijo lo contrario, y aunque no lo quería escuchar, te armaste de valor y lo dijiste: "te quiero salvar a ti" y me quede helado. Te miraba d...