Piérdete En Mí

Capítulo #24

No habíamos podido descansar en toda la noche y nuestras mentes no estaban al cien como para haberlo aprovechado en adelantar algunos proyectos o algunas cosas de la universidad; lo único que me podía preguntar era en que es lo que quería el hermano de Lía y porque había venido hasta la finca, no sabía que es lo que esperaba e Lía o en este caso de nosotros. Cuando desperté Lía ya no estaba y Antonio seguía dormido, así que aproveché para meterme a bañar rápido antes de que Antonio despertara, la verdad es que no me daba la confianza de absolutamente nada. Cuando salí del baño Antonio ya estaba despierto y se encontraba sentado justo en el mismo lugar que se había sentado la noche anterior cuando entramos en el loft; se comenzó a disculpar por haberse quedado dormido, me explicaba una y otra vez como es que no había dormido bien en mucho tiempo y que me agradecía mucho que le hubiera permitido dormir en mi sillón, yo simplemente me limitaba a sonreír mientras terminaba de arreglarme para la universidad, no tenía intención de hablar con él, porque no sabía exactamente cuáles eran las acciones que Lía planeaba tomar con respecto a su hermano. Le indique donde se encontraba el cereal y la leche y le ofrecí que se sirviera algún plato para que desayunara algo antes de que se tuviera que ir, y claro que no lo pensó dos veces; se paró de inmediato y tomo un tazón y lo lleno de cereal y leche y comenzó a comer.

Cuando Lía llegó ni siquiera volteo a ver a Antonio, comenzó a actuar como si no existiera; entro directamente a prepararse su café, mientras se calentaba el agua comenzó a guardar su computador y sus cosas dentro de su mochila y me lanzo una mirada de cansancio sin que Antonio lo notara. Salimos en silencio hacia la entrada de la finca, y Antonio venia detrás de nosotros, me ofrecí a darle un aventón a ciudad y Lía volvió a hacerme esa cara de querer matarme, tal vez se volvería algo normal entre nosotros porque ya se comenzaba a sentir familiar. Antonio se sentó en la parte trasera y nos fuimos en dirección a la ciudad, esta vez Lía no toco la música y solo dejo que viajáramos en silencio; agradecí tanto que Antonio entendiera que ella no quería hablar con él porque todo el camino permaneció en silencio y creo que tanto Lía, como yo, se lo agradecimos.

— Te voy a tener que dejar aquí porque no te van a dejar entrar al campus de la universidad —. Le dije parándome a unas cuadras de la universidad —. Creo que por aquí pasan algunos camiones o algunos taxis.

— Eso es algo de lo que quería hablar con ustedes —. Comenzó a decir mientras se aceraba a la puerta para salir —. Primero te quería agradecer por dejarme quedar contigo hermano...

—Here we go again — dijo completamente fastidiada Lía —. Si lo que quieres es quedarte en la finca de los papás de Camilo estás loco, ayer solo te quedaste porque los papás de Camilo están de viaje, pero llegan esta misma tarde —. Mintió Lía —. Así que si lo que realmente quieres es que quiten la beca y me corran de la universidad ve esta misma tarde, de no ser así te pido de la manera más amable que te salgas de este carro y te regreses por donde viniste, ya viste que me encuentro muy bien.

— Solo iba a decir que me encanto haberte visto hermana —. Dijo Antonio mientras abría la puerta —. Muchas gracias por todo.

Lía nada más se quedó viendo hacia el frente y yo avance hasta la universidad, podía notar que se arrepentía de haberle hablado de esa manera pero que al mismo tiempo no se arrepentía, y para ser sincero en ese momento tenía miedo de preguntarle cómo es que se sentía porque sabía que no sabría y probablemente solo la perturbaría más. Bajo en su edificio y solo se despidió de mi con un bonito beso en mis labios, sin embargo, no dijo nada más y ni yo pregunté o añadí nada más.

Las clases pasaron volando, realmente sentí que me encontraba en otro lugar, todas esas cosas que habían pasado en los días anteriores repentina dejaban de ser importantes e incluso algunas las sentía tan distantes que serían parte del olvido en cualquier momento. Lo único que tenía dentro de mi cabeza era el cómo se sentiría Lía y que había pasado entre ellos dos realmente, la situación que había pasado un día anterior no era para nada normal, pero no quería presionarla para que me contara porque así jamás iban a funcionar las cosas. Incluso al terminar la sesión con el Dr. Green Jess me pregunto qué es lo que tenía, sin embargo, le dije que después le contaría y ella entendió que no estaba de humor para hablar del tema; nos despedimos y me quede esperando a Lía sentado en mi auto. Se tardo unos minutos en llegar, y cuando llego me dio un beso, me dijo "no tienes una idea del sueño que tengo" y se abrocho el cinturón de seguridad, como si nada hubiera pasado y yo entendí enseguida que no estaba lista para hablar todavía así que encendí el auto, pasamos por Valeria y nos fuimos directamente hacia la finca; esta vez Lía si puso música, sin embargo, no cambio de canción o cantó o si quiera tarareo alguna de las canciones, solo observo directamente al camino. Odiaba verla así.