¡Sasuke, no soy tu juguete! (Sasuke y tu)

Nacimiento: Hinata y Taichi.

OJO LEMON SEÑAL: ############

Nagato besaba los labios de la rubia; haciendo que esta suspirase sensualmente. Las manos del pelirrojo recorrían las largas y torneadas piernas de la ojicafé; logrando que en cada caricia se excitaba cada vez más. Nagato viendo la expresión de la rubia no pudo evitar sonrojarse mientras le decía dulcemente:

-Te amo y deseo hacerte feliz siempre. – Comentó el pelirrojo.

-Yo espero ser capaz de hacerte feliz.- Contestó la rubia mientras besaba a Nagato.

Los besos subían su intensidad cada vez más. A tal punto que los besos y caricias entre ambos amante se volvieron insuficiente para demostrarse su amor. Nagato con suavidad se colocó entre las piernas de la ojicafé. Reiko al sentir el contacto del miembro del pelirrojo no pudo evitar sonrojarse notoriamente; pues a pesar que se conocían desde pequeños nuca había podido evitar sentirse indefensa delante de él. Con delicadeza el pelirrojo tocó con su dedo la intimidad de la rubia; haciendo que doblase la espalda por el sensual contacto. Complacido con la reacción se dispuso a lamer el punto de placer de su amada. Con sensualidad lamió el clítoris de la mujer mientras esta sólo gemía sin control. Reiko sentía que podía tocar el cielo con las manos y en un último movimiento el pelirrojo logró que Reiko tuviese su primer orgasmo. La rubia respiraba agita; pero estaba dispuesta a regresarle el favor a Nagato. Con suma agilidad agarró el miembro del hombre; el cual estaba muy alegre. Reiko acarició en totalidad la hombría del pelirrojo mientras él cerraba los ojos por el placer. Reiko continuaba con su labor hasta que sintió como el miembro del pelirrojo palpitaba indicando que estaba a punto de culminar. Un par de movimientos más y Nagato logró tener su primer orgasmo y con la respiración agita. El pelirrojo se dispuso a consumar su acto de amor con la rubia. Se besaron dulcemente mientras se unían en uno sólo. Al sentir el contacto ambos gimieron al unísono. Los movimientos empezaron lentos para rápidamente aumentar la velocidad. El pelirrojo se limitaba lo más que podía ya que, no quería hacerle daño a la ojimiel. Por su parte Reiko deseaba que el pelirrojo no se contuviese tanto.

-HMMM, ¿Por qué te contienes Nagato? – Preguntaba la ojicafé.

-Está tratando de no lastimarnos.- Contestó la conciencia.

-Pero no debería contenerse.- Comentó la Reiko.

-Lo sé, creo que tendremos que demostrárselo.- Comentó la conciencia.

Reiko besó con pación al pelirrojo mientras decía con dificultad.

-Por favor mi amor no seas tan gentil.- Dijo entre jadeos la rubia.

Nagato al escuchar las palabras de la rubia se sintió muy feliz y con agilidad la envistió con más rapidez y fuerza. Las envestidas llevaban a los amantes al orgasmo y en un último movimiento ambos lograron sentir el mayor placer. Nagato se mantuvo quieto por un par de segundos mientras trataba de regular su respiración. Ya más calmado salió lentamente de la rubia mientras la besaba. Con ternura la atrajo a él mientras le decía:

-Te amo Reiko.- Comentó el pelirrojo.

-Yo te amo más.- Contestó Reiko.

Al escuchar las dulces palabras de la ojicafé, el pelirrojo sonrió alegre mientras le decía:

-Se que has sufrido; pero yo pienso borrar todo tu dolor com mi amor.- Comentó Nagato.

-Yo confío que lo harás.- Contestó la rubia con una sonrisa.

El pelirrojo volvió a besar a la ojicafé para luego dormir juntos abrazados.

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Sasuke llegaba algo molesto a la reunión. Al entrar se encontró con Naruto quien le sonrió cordialmente.

-Teme, Buenos días.- Comentó alegre el rubio.

-Hmmm. – Se limitó a contestar el pelinegro.

-Baka me dañaste mi encuentra con ____. esta me las pagaras.- Dijo la conciencia del azabache.

-Oh, ¿Qué te pasa? – Preguntó extrañado el ojiazul.

-Nada.- Contestó el azabache.- ¿Ya llegaron todos para que empiece la reunión?

-Sí, sólo faltabas tú.- Contestó serio Naruto mientras caminaba hasta la sala de reuniones.

El pelinegro de muy mal humor  caminó de tras del rubio.

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____ arreglaba la casa cuando llamaron a la puerta. Rápidamente la pelirosa abrió la puerta viendo que se trataba de Hinata e Sakura.

-Hola.- Dijo  la castaña con una sonrisa.

-Hola ____-chan.- Contestó pausada la ojiperla.

-Hola.- Dijo Sakura mientras abrazaba a su amiga.

-Pasen.- Comentó la castaña mientras se movía para darle paso a sus amigas.

Sakura e Hinata entraron muy alegres a la casa de la castaña; pues tenían mucho de qué hablar.

-____, ¿Cómo es lidiar con cuatro bebés? – Preguntó la pelirosa.

-No es fácil; pero cada sonrisa de tus hijos vale la pena. Pero enserio adoro cuando Saito y Misaki me dicen mamá.- Comentó con ilusión la ojimiel.

-Oh, en eso te entiendo ____-chan. Cuando Hisaru me dice mamá es como sí el sol saliese en un día de lluvia.- Dijo la ojiperla.

-No puedo esperar para que mi pequeño Itsuki me diga mamá.- Dijo con ilusión la pelirosa.

-¿Dónde dejaron a los niños? – Preguntó la ojimiel.

-Oh, fácil Mikoto-san y mi madre se los llevaron.- Contestó Sakura.

-Ya veo.- Comentó ____. – Así que, esto es una reunión solo de chicas.

-Sí.- Contestó Hinata.

-Bueno iré a preparar algo té.- Dijo la castaña mientras iba a la cocina.

-Ok, mientras yo buscare las galletitas que traje.- Comento la ojiperla.

____ no demoró mucho en traer el té. Así que, tan pronto estuvo de vuelta las mujeres comenzaron a hablar muy alegremente. Sakura no paraba de hablar sobre lo mucho que le gustaba ver a Itachi tan pendiente de ella. Algo que hacía que la ojimiel sonriese. Sin embargo, Hinata parecía más callada de lo normal.

-Hinata-chan, ¿Te encuentras bien? – preguntó la castaña.

-Sí. – Contestó la ojiperla muy pausadamente.

-¿Enserio? – Comentó Sakura algo incrédula.

-Estoy bien.- Dijo Hinata casi jadeando.

-Oye Hinata ya pensaste en el nombre de tu pequeño.- Dijo ____.

-Si, Naruto y yo ya lo decidimos se llamara Taichi.- Comentó con una sonrisa la peliazul.

-Muy lindo.- Comentó la ojimiel.

-_____-chan, ¿Me puedes prestar el baño? – Preguntó Hinata sonrojada.

-¿Cuñada te sientes bien? – preguntó la rubia al ver sonrojada a la ojiperla.

-Sí.- Contestó Hinata.

La ojiperla caminaba hacía el baño cuando se detuvo para decir:

-Amigas necesito que me lleven al hospital acabo de romper aguas.- Comentó Hinata mientras sentía una fuerte contracción.