HUNTERS ~ vol.2 | COMPLETA

9. La preocupación de Nevi - Nevi

Nevi - Philadelphia

Fabrica abandonada, Nov. 19:30pm

Cuando Caleb despierta, jadeando, inhalando el aire al punto en que su pecho parece a punto de estallar y exhalándolo con tanta fuerza que su garganta hace un sonido parecido al de una sierra, ya no tiene los ojos amarillos. Son los de un muchacho normal; aunque está más letárgico que las veces en que la prueba ha desencadenado parte de su transformación.

Después de varios días de pruebas incesantes, hemos conseguido al menos un par de progresos, como que Caleb consiga salir del agua sin haber sufrido cambios de forma cada vez más frecuente. Sin embargo, hay algo que sigue fallando...

Cuando me giro a ver a Nikolas, este tiene en el rostro un gesto desaprobatorio.

—Cuatro minutos. Otra vez —anuncia Byron.

Nikolas asiente meditabundo.

En el transcurso de las pruebas siguientes a la primera, sacamos a Caleb inconsciente del agua un par de veces más, pero en un estado menos serio; en donde no fue necesario practicarle reanimación. Pero siempre en un periodo de cuatro minutos aproximados. Después de eso, Nee sugirió calcular el tiempo en que tardaba en ocurrir una transformación, y después de varios intentos, conseguimos reducir ese tiempo de manera que, llegado el día, Caleb sea dueño de un mayor control sobre sí mismo, y pueda retrasar su transformación el mayor tiempo posible, de manera que a la hora de empezar la cuenta a partir de su inmersión al agua, podamos reducir al máximo las variables a causa de una transformación demasiado temprana.

En lo que sobo con fuerza la espalda de Caleb, instándolo a escupir el agua y a respirar normalmente, este mira al suelo sin decir una palabra. Ha pasado por momentos en extremo duros y difíciles y admiro su valentía. Sin embargo, no es algo que un chico debiera estar siendo forzado a sufrir. Nunca conocí realmente la vida de un muchacho normal. Jugar al fútbol con los amigos, tener novias, ir a fiestas... pero Caleb tuvo todo eso alguna vez, y ahora se ve obligado a permanecer sumergido hasta casi ahogarse en un intento desesperado de encontrar un método para controlar la transformación que despertará dentro de poco en él a una bestia terrible que no distinguirá amigos de enemigos.

—Lo has hecho bien —le digo en un intento de tranquilizarlo.

Caleb asiente débilmente y las pruebas de este día se dan por concluidas.

Ayudándole a ponerse de pie, lo guío dentro de la fábrica, en donde los chiquillos le esperan con chocolate caliente y mantas, y le dejo allí para permitirle descansar. El que esté tan callado... tan resignado... Es duro de ver. No estoy seguro de hasta qué punto era consciente de las cosas que habría de soportar si aceptaba mi ayuda; pero he desistido en muchas ocasiones de preguntárselo, por miedo a escuchar la respuesta más obvia: qué quizás hubiese preferido que le matase desde un comienzo.

Me preocupan las repercusiones que estén teniendo en su estabilidad emocional y psicológica esta cantidad de presión. Su ánimo ha estado apagado y decaído los últimos días y no se si se deba al cansancio o a otra cosa. Y lo único que queda es esperar que, si superamos con éxito esta primera luna llena, eso le devuelva un poco las esperanzas.

Cuando regreso junto a Nikolas y Byron afuera, los matices rojizos de la tarde han empezado a teñir el edificio, y corre un viento helado. Aún restan en el suelo los charcos lodosos de las últimas pruebas.

—Por mí no hay problema —dice Nee a Byron, encogiéndose de hombros, y cuando llego junto a ellos, le dirijo una mirada interrogativa, intentando averiguar de qué hablan.

Cuando Nikolas me advierte, tuerce una sonrisa:

—¡Ah! Mi héroe —saluda, refiriéndose a mí y haciéndome rodar los ojos— Oh-oh. Pero, ¿qué tendrá Nevi-bebé que decir al respecto?