Capítulo 73

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Maratón 5/5

Un par de semanas pasaron. El ambiente de la torre volvía a ser el mismo que antes, Gaia llegaba de la universidad y se dedicaba a estar con el agente Yuan, pero había algo diferente, la pelinegra no le hablaba al capitán salvo por alguna urgencia o sobre informes de HYDRA. En un primer momento Steve había intentado hablar con ella, pero esta lo dejaba hablando solo.

-Quiero ir a una fiesta-comentó Gaia al agente.

-¿Estás loca? Apenas y te libraste de HYDRA, ¿y quieres salir?-preguntó incrédulo Yuan.

-No pienso estar todos los días aquí encerrada-se quejó la ojiazul-además, tengo el localizador que me dio Tony-hacía una semana que el ingeniero le había regalado un collar a la pelinegra, en el cual se encontraba un diminuto localizador.

-No importa, no es buena idea que salgas-mencionó el agente, recibiendo una mueca de parte de la pelinegra.

Ambos se encontraban en una de las terrazas de la torre, disfrutando del atardecer. Gaia deseaba sentir la paz que lograba ver en Yuan, pero desde lo que vio por las cámaras su mente vagaba a aquel momento. Le dolía más de lo que quería admitir y de lo que reflejaba, pero había decidido intentar no prestarle atención.

A la mañana siguiente la pelinegra despertó demasiado pronto, por lo que decidió ir a entrenar un poco. Al llegar al gimnasio de la torre se encontró con Tony, quien se hallaba bañado en sudor.

-¿No puedes dormir?-preguntó la pelinegra, acercándose al millonario.

-No mucho-confesó-¿qué haces aquí?-

-Vengo a comer-dijo Gaia con la ironía tatuada en sus palabras.

-Que graciosa-se quejó el morocho-no deberías de forzarte-mencionó.

-No lo haré, solo quiero cansarme un poco para volver a dormir-comentó la ojiazul, caminando hacia donde se encontraban las pesas.

-Te noto demasiado distante desde hace semanas-comentó el moreno, atrayendo la mirada de la pelinegra-¿Está todo en orden?-

-Si, todo bien-respondió con una sonrisa. Aquella sonrisa en vez de mostrar felicidad reflejó todo lo contrario, por lo que Stark supo que mentía.

-No intentes mentirme-dijo el ingeniero-¿qué sucede?-

-Nada, enserio-aseguró la pelinegra.

-No te creo nada-

-Pues es la verdad-respondió Gaia, caminando hacia una de las bancas.

El millonario no siguió insistiendo, pero por el espejo del gimnasio podía ver cómo de vez en cuando la pelinegra mostraba una mueca triste, como si sus preguntas hubieran atraído de nuevo aquello que la preocupaba. Así pasaron una hora, donde ambos se dedicaban a ejercitarse con el fin de cansarse y después lograr dormir. Tras terminar, Gaia subió a su habitación para poder bañarse y volver a descansar.

~*~

Eran las seis de la tarde cuando la pelinegra se encontraba con los demás en la sala, disfrutaban de un momento tranquilo tras haber revisado nueva información de HYDRA, mas Gaia de vez en cuando se mostraba seria, sobre todo cuando miraba al capitán. Steve solo podía mirarla sin decir nada, pues sabía que la ojiazul no pensaba escucharlo, a pesar de que no sabía qué había hecho como para enojarla. La pelinegra termino por irse de ahí, debido a que se sentía cansada, lo cual los demás lo dejaron pasar. Estando en su habitación se dedicó a ver su teléfono, buscando algo qué hacer, pero una llamada interrumpió su momento.

-¿Richard?-preguntó la pelinegra al contestar.

-Gaia...-la voz del joven se oía rota.

Mystic: The little AvengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora