Capítulo 58

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El quinjet iba por aire desde hacía tres horas con dirección a Nueva Zelanda. Semanas atrás habían encontrado información sobre una base de HYDRA en aquel lugar, además de que presentaba lecturas extrañas en el lugar.

-¿Qué creen que nos encontremos esta vez?-preguntó Stark.

-Lo más probable son bombas-contestó Clint, quien se encontraba pilotando la nave.

-Solo espero que sea rápido, quiero descansar-mencionó Gaia.

-Llevas prácticamente tres semanas descansando-dijo con burla el ingeniero.

-¿Y? Nunca es suficiente- la pelinegra rio ante la mirada burlesca de Tony.

-Estamos a veinte minutos del lugar, les recomiendo se preparen-avisó Steve.

-Quisiera ir a la playa-dijo Gaia poniéndose de pie, para después estirarse-deberíamos ir todos juntos-

-Me agrada la idea-dijo Romanoff, mientras revisaba sus armas.

-¿Y tú lo pagarás?-preguntó Stark.

-Claro que no, tú eres el bueno en ese asunto-mencionó Gaia, mientras mostraba esa expresión inocente que ponía cada vez que quería conseguir algo.

-Ahora me dejas a mí como el malo si no accedo, ¿verdad?-Tony sabía que no había marcha atrás- bien, cuando regresemos buscaré opciones- la pelinegra sonrió al escuchar al ingeniero, se había salido con la suya.

-¿Podrían dejar un poco de lado sus vacaciones y concentrarse en la misión?-preguntó Steve.

-Estamos en posición-informó Jarvis.

-Es hora de ganarnos esas vacaciones-comentó Stark de buen ánimo.

~*~

Gaia se encontraba sobrevolando junto a Stark, en busca de actividad sospechosa, pero se sorprendieron al encontrar con un almacén abandonado, el cual era custodiado por alrededor de cien soldados.

-Algo muy importante deben de esconder como para que haya tantos vigilantes-dijo Stark a la pelinegra, la cual asintió ante lo dicho.

-¿Ven algo?-se escuchó por el comunicador de ambos.

-Hay un aproximado de cien soldados fuera del almacén-informó Gaia.

-Están muy bien armados, daremos el golpe inicial-Stark se dirigió hacia el otro lado del almacén, para rodearlos-¿Lista?-le preguntó a la joven.

-Siempre-respondió.

Gaia cayó frente a dos soldados que se encontraban recargados en la pared del lugar. Estos intentaron advertir, pero la joven fue más rápida e hizo que la cabeza de los hombres se golpearan fuertemente contra la pared, dejándolos inconsciente.

Fue inevitable que otros soldados notaran la presencia de intrusos, por lo que alertaron a los que se encontraban dentro de la base. Pronto el exterior del almacén se convirtió en un campo de batalla, entre los vengadores y los pertenecientes al grupo de HYDRA. Gaia luchaba contra los enemigos sin escatimar en poder, pero dado el constante flujo de su energía sintió algo extraño. Comenzaba a sentir su cuerpo arder, como si se quemara a sí misma, lo cual la alertó.

-Ya tenemos acceso al interior-informó Romanoff.

-Tengan cuidado, hay algo raro aquí-dijo Gaia. El sentimiento de incomodidad en la voz de la joven no pasó desapercibido para ninguno.

La joven seguía atacando hasta que pudo entrar al lugar. El sitio se encontraba con diferentes marcas de lucha, pero algo totalmente diferente llamó su atención, era un olor a azufre muy fuerte que emanaba el lugar. Gaia caminaba a paso sigiloso, como si temiera despertar a alguien.

Mystic: The little AvengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora