Al días siguiente, como era costumbre, la enfermera fue a verla a primera hora para ayudarla a asearse, así como a cambiarse de ropa. La ojiazul aun tenía en su mente las palabras de su amiga martilleándole la cabeza.
-Susan... ¿crees que pueda ver al doctor?-preguntó la pelinegra con nerviosismo. La enfermera se sorprendió ante la pregunta, pues ni siquiera para eso salía de la habitación.
-Emmm... sí, claro-respondió con entusiasmo-¿qué planea decirle?-
-No lo sé, yo... quiero volver a ver las probabilidades-mencionó Gaia, jugando con sus dedos.
-Está bien, señorita. Puedo llevarla-
Salir de su habitación era un gran paso para ella, y la verdad le agradó ver aunque fuera la pared del pasillo. Ambas se dirigieron al área médica para encontrarse con el doctor; este al verla sonrió ampliamente.
-Me alegra verla, señorita Gaia-la saludó el hombre.
-No se acostumbre-respondió con un tinte sarcástico.
-¿En qué puedo ayudarle?-el doctor se notaba feliz de mirarla fuera de su caparazón aunque fuera por un momento.
-Yo... quiero volver a... repasar la posibilidad de que pueda caminar-pidió la joven, sintiéndose nerviosa, pero la sonrisa del doctor la tranquilizó un poco.
-Me parece muy bien-respondió el hombre, para después comenzar a mostrarle algunas imágenes-debido a la magnitud de su lesión, solo hay un quince por ciento de que pueda volver a caminar-informó el doctor, haciendo que la ojiazul hiciera una mueca triste-sé que es bastante bajo, pero si pone de su parte, haremos todo lo posible para que pueda regresar a quien eras antes-para Gaia sonaba demasiado fantasioso, pero quería darse una última oportunidad.
-Está bien-murmuró la joven, con una pequeña sonrisa.
-Entonces comenzaré a preparar todo-comentó el hombre-mañana por la mañana tomará la primera sesión de la terapia-
La pelinegra sonrió al escucharlo, y le agradeció por ayudarla a pesar de su comportamiento anterior. La enfermera estaba por llevarla de nuevo a su habitación, pero la joven la detuvo.
-Necesito ir a ver a Banner-su tono de voz dejaba ver lo nerviosa que se sentía al dejar que alguno de los vengadores la mirara así. La enfermera solo asintió con una sonrisa y se dirigieron al lugar.
Jarvis les había informado que se encontraba en uno de los laboratorios inferiores, por lo que tuvieron que esperar a que el elevador se detuviera. Para su suerte, el científico se encontraba solo en aquel lugar, por lo que la pelinegra podía estar más tranquila. El vengador no pudo evitar sonreír al verla ahí.
-Gaia... me alegra verte por fin-la saludó el científico. La joven se sentía levemente incomoda al ser vista en aquella situación, pero se relajó un poco.
-Sí... vengo porque quería preguntarte algo-comentó la ojiazul.
-Dime-
-¿Has... vuelto a intentar encontrar una cura para mis poderes?-preguntó la pelinegra. Bruce sonrió gentilmente al escucharla.
-Sí, pero aun no se ha probado-respondió.
-Quiero volver a intentarlo-Gaia estaba decidida a intentar regresar a la normalidad.
-Me parece perfecto-comentó el hombre-solo necesito...-la voz de alguien más lo detuvo.
-Banner, encontré... Gaia...-Tony se detuvo en seco al mirar que la joven se encontraba ahí.
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Mystic: The little Avenger
Fanfiction"Todos estamos destinados a hacer grandes cosas, pero hay personas que tienen un destino más grande, y a la vez más difícil." Gaia era una chica fuera de lo común, pues a la tierna edad de 4 años, se dio cuenta de que tenía poderes, pero para no lla...