Eran las nueve de la mañana del día siguiente, y la pelinegra se dirigía a la cocina por algo de desayunar, pues su estomago rugía a más no poder. Mientras cocinaba escuchó voces que provenían de la sala de juntas, por lo que decidió bajar el fuego de la estufa e ir hacia el lugar. Dentro se encontró con Stark y el capitán, quienes se miraban preocupados.
-¿Sucede algo?-preguntó Gaia desde el marco de la puerta.
-Buenos días-la saludó el ingeniero. La pelinegra alzó una ceja, en espera de que respondiera a su pregunta-solo estamos mirando archivos de HYDRA...-
-¿Y por qué esa cara de susto?-preguntó la ojiazul.
-¿Cuál cara?-preguntó el millonario-ya no vuelvas a beber champagne, imaginas cosas-se burló. Gaia caminó hacia ellos, encontrando en la pantalla de la sala la grabación de lo sucedido en la madrugada. Ambos hombres se miraron, pero no dijeron nada.
-Eran de HYDRA, ¿no?-preguntó la joven.
-¿Aún lo dudas?-cuestionó el morocho.
-Todos debemos de comenzar a tener más cuidado a la hora de salir de la torre-mencionó Steve, mirando a la pelinegra.
-Eso dalo por hecho-dijo Gaia, saliendo de la sala para seguir cocinando, antes de que se le quemara su desayuno. Una vez fuera la joven, ambos hombres soltaron un suspiro pesado.
-Hay que buscar cómo hacer la torre más segura-comentó el rubio.
-Eso es lo que está haciendo Jarvis, no dejaremos que le hagan daño-Stark comenzó a configurar a Jarvis para que los sensores incrementaran su campo de seguridad. Pero no pasaron ni dos minutos cuando la inteligencia artificial habló.
-Señor, se detecta un proyectil de bajo impacto aproximándose a la torre-ambos se miraron con los ojos abiertos, pero Steve salió rápidamente hacia la cocina. La pelinegra se encontraba tranquila mientras cocinaba, pero el grito de Steve la alertó.
-¡Gaia, sal de aquí!-escuchó la pelinegra, sin saber a qué se refería.
-¿Qué?-preguntó, volteando a verlo. En el momento en que Gaia dejó la espátula en la barra, un enorme estruendo sonó en aquel piso. La explosión había ocasionado que la joven fuera empujada hacia atrás, golpeándose con el mueble detrás suyo, así como quemarse con la estufa encendida. Del enorme agujero que había dejado el proyectil comenzaron a entrar agentes con trajes negros, pero sobresalía de su traje aquel logo de la calavera con tentáculos.
Gaia escuchaba un insoportable pitido por culpa del aturdimientos, pero aun sintiéndose mareada y aturdida, se puso de pie. La sala era un desastre, con los muebles y demás cosas destruidas. La pelinegra miró como varios hombres apuntaban a su dirección, por lo que levantó sus manos y dejó que la energía de su ser saliera. Sus ojos comenzaron a brillar al estar manejando su telequinesis, les daba una buena lucha a aquellos que habían irrumpido en la torre. Cerca de ella se escuchaba el sonido metálico del traje de Stark, así como del escudo de Steve, dándole a entender que ellos también estaban en una ardua batalla.
En pisos inferiores sucedía lo mismo, HYDRA estaba realmente decidido a cumplir su misión. Gaia luchaba contra un hombre de gran complexión, cuando escuchó el sonido del seguro de una granada, por lo que empujó al hombre y buscó esconderse. De la granada comenzó a salir un olor horrible, lo que ocasionó que la pelinegra comenzara a toser. Aprovechando la guardia baja de la pelinegra, varios agentes se acercaron a ella, y comenzaron a golpearla. La ojiazul solo sentía cómo impactaban los golpes en su estómago, ocasionándole una perdida de aire. Por tantos golpes, Gaia comenzó a perder el conocimiento levemente, lo cual los agentes lo usaron a su favor. Uno de los hombres sacó de la bolsa de su pantalón un instrumento extraño, el cual colocó en el cuello de la joven, extrayendo sangre de esta; para después sacar otro instrumento, pero esta vez inyectaron un sedante, el cual podría matar si se le administraba a alguien común. Tan pronto como terminó la extracción, los agentes tomaron a Gaia y comenzaron a intentar salir de ahí.
ESTÁS LEYENDO
Mystic: The little Avenger
Fanfiction"Todos estamos destinados a hacer grandes cosas, pero hay personas que tienen un destino más grande, y a la vez más difícil." Gaia era una chica fuera de lo común, pues a la tierna edad de 4 años, se dio cuenta de que tenía poderes, pero para no lla...