Capítulo 31

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Los exámenes estaban prontos a comenzar, por lo que la mayoría de los estudiantes se encontraban en la biblioteca de área de QB. Las mesas que habían se encontraban abarrotadas de libros de diferentes materias, cada uno con las materias que les correspondían.

-Moriré a este paso-dijo un compañero de mesa de Gaia.

-¿Para qué estás estudiando tú?-preguntó Marlenne.

-Fisicoquímica 1- respondió el moreno.

-Flojera-canturreó Richard.

-Cállense y pónganse a estudiar, o todos nos veremos en extraordinarios- la pelinegra se encontraba de mal humor debido a que no entendía ni la mitad de lo que leía- ¿Cómo es que existe gente que se especializa en química inorgánica?-

-Tal vez porque no les gusta su vida y quieren complicarse más-respondió Richard para después tomar agua.

-¿Y qué culpa tenemos...-la pregunta quedó en el aire debido a que alguien la interrumpió.

-Richi, te estaba buscando-se escuchó tras Gaia y Richard. Ambos voltearon y se encontraron con el, ahora, novio del rubio.

-Hola Nathan-saludó Richard, para después dejar un beso en la mejilla de este.

Marlenne solo los vio y siguió leyendo sobre inorgánica. Gaia solo soltó un suspiro, pues era lo ultimo que quería. Tanto Marlenne y Gaia no soportaban al novio de su amigo, por más que lo intentaran, era demasiado pretencioso para su gusto, pero preferían actuar neutrales ante él, para no disgustar a su amigo.

-¿Mucho que estudiar?-preguntó el recién llegado. Dos chicos que estaban en la mesa con los tres amigos le comenzaron a explicar todo lo que tenían que hacer.

-Y a eso súmale que tengo que ir al partido de mañana para verte-dijo Richard a su novio, quien sonrió al escuchar que sí iría a verlo.

-¿También irán ustedes, chicas?-preguntó sonriendo hacia Gaia y Marlenne.

-No lo sé, es demasiado lo que tenemos que estudiar-respondió la castaña encogiéndose de hombros.

-¿Y tú Gaia?-preguntó

-Pues tal vez, no puedo responder cosas a futuro, uno nunca sabe qué pueda surgir en medio-respondió simplemente.

-¿A caso trabajas?-preguntó Nathan ladeando la cabeza- porque si no trabajas, no veo por qué no puedas ir-

-Si, trabajo esporádicamente, depende de lo que pase en el mundo-respondió alzando la ceja-si todo va bien, tal vez me mires ahí-

-Eso suena bien-comentó el chico. Richard solo los miraba a ambos, quedándose al margen de la conversación.

-Puedo pasar por ti-comentó el rubio.

-Ya veré-justo después de decir aquello, el celular de la pelinegra comenzó a sonar.

Gaia, algo harta y más de malas, tomó el celular y notó que se trataba de un numero desconocido, por lo que cortó la llamada para seguir leyendo el libro de inorgánica, pero volvió a sonar impacientándola.

-Tal vez es una emergencia-dijo Marlenne sin mirarla, mientras subrayaba su libro. Gaia suspiró y contestó.

-Diga-respondió Gaia mientras se estiraba en la silla.

-Acaso crees que me puedes colgar solo porque sí- aquella voz la reconoció fácilmente, sobre todo por el tono de reproche.

-Señor Stark, estoy muy ocupada, si solo llama para molestar no es el momento-el disgusto era palpable en la voz de la pelinegra. Los que se encontraban en la mesa con ella la miraron con los ojos bien abiertos, debido a la mención del nombre del multimillonario.

Mystic: The little AvengerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora