Si ella, la ansiedad, está aquí en mi cuerpo, es porque la necesito. La necesito para deshacerme de las cosas que están evitando que pueda ser felíz ¡Vamos! Estoy viviendo el sueño que tengo desde pequeña y no soy capaz de poder sonreír de manera sincera.
El doctor explicaba lo mismo que anteriormente me había dicho, mientras yo pensaba en cómo le iba a decir a mi padre que era lo que me sucedía.
-¿Mamá? Espero que puedas escucharme.- Pensé para mis adentros.- ¿Me cuidarás? ¿Crees que pueda mejorar?- Pregunté deseando recibir una respuesta.- No te decepcionaré, no te preocupes.- Aseguré aún con mis ojos cerrados.- Te amo.- Dije despidiéndome de nuestra pequeña charla.
-¿Cuándo comenzará con la terapia entonces?- Preguntó preocupada la señora Kang haciéndome abrir los ojos y ponerle atención al doctor.
-Sería una vez por semana, el día que ella deseé.- Contestó abriendo su agenda.- Puedo agregar un día si lo veo necesario.- Advirtió echándome un vistazo.
Dejaré que ella arregle el horario por mí ya que tiene más idea de mi agenda que yo misma, además la empresa pagará esto así que supongo que puede decidir los días de terapia por mí. Luego de arreglar todo nos dirigimos a la puerta para poder volver a casa, aún no sé con qué rostro decirle a mi padre que tengo ansiedad.
-¿Puedo hacerle una última consulta?- Pregunté interrumpiendo tímidamente.- ¿Me puede dar un consejo para mejorar en estos días hasta el día que tenga terapia?- Cuestioné después de que él asintiera.
-Claro.- Aceptó para luego pensar unos segundos.- Me mencionaste que tenías asuntos pendientes de hablar con algunas personas, si yo fuera tú comenzaría a encargarme de eso porque te está impidiendo vivir de manera plena.- Aconsejó para luego despedirse.
Caminamos por el pasillo hasta la salida de la clínica evitando el contacto visual con todos los presentes, me detuve un segundo llamando la atención de mi manager.
-¿Puedes contarle a mi padre?- Pedí y ella me miraba confundida.- Necesito ir a hacer algo.- Me excusé.
Saqué mi teléfono y marqué el número de mi antiguo amigo San.
-Hola...-Saludé dudosa cuando me atendió.- ¿Estás con Yunho en este momento?- Pregunté enseguida.
-Hola.- Saludó con su característica alegría en su voz.- Sí, estamos en el dormitorio y no tenemos que salir hasta un par de horas ¿Por qué?- Respondió y yo tomé aire.
-¿Podrías decirle que necesito hablar con él?- Pedí y lo oí suspirar.
-¿Quieres que te pase con él?- Preguntó un poco incómodo.
-No, tan solo dile que lo esperaré en media hora en el estacionamiento de KQ así no hay demasiada gente.- Dije convenciéndome de que ese era el mejor lugar para hablarlo.- Gracias Sannie.- Agradecí y luego colgué.
Llegué al lugar unos minutos antes de lo pactado esperando no encontrarme a nadie pero allí estaba Yunho esperando por mí sentado en un pequeño escalón, cuando notó mi presencia se puso de pie y caminó hacia mí.
-Yo sé que te dije que debíamos hablar pero no te sientas presionada a hacerlo, si no estas lista para hacerlo aún puedo esperar.- Aseguró nervioso.
-No vine porque me lo hayas pedido Yunho, vine porque lo necesito.- Expliqué intentando que no se sienta como si me estuviera forzando a hablar.
-¿A qué te refieres?- Preguntó confundido.
-Acabo de volver del psicólogo, no estoy en condiciones de seguir guardando todo lo que tengo para decir.- Intenté explicar aún más pero sin dar detalles de qué era lo que me sucedía.- Si sigo guardando todo nunca voy a mejorar y como creo que eres la persona a la que tengo que decirle más cosas has sido el primero al que he contactado.- Aseguré.
-Entonces adelante, tienes toda mi atención.- Accedió mirándome a los ojos, no permitiré que esos dos focos color avellana me desconcentren de todo lo que quiero decir.
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¿Por qué te quiero? ¿Por qué tú? - Jeong Yunho [Segunda temporada]
FanfictionHasta el día que podamos estar juntos otra vez, cantemos como si nunca nos hubiésemos separado. Hasta el día que nuestras miradas se vuelvan a conectar, pensémonos como si nunca nos hubiésemos apartado. Hasta el día que vuelvas a ser la razón de mi...