Me desperté por el sonido de una notificación, era un mensaje de la señora Kang avisándome que me recogería dentro de dos horas para ir al psicólogo y me dijo que él le había pedido que yo lleve imágenes de momentos importantes en mi vida para comenzar la terapia.
Me levanté y fui a ducharme para después picar cubitos de manzana en forma de desayuno. Me senté a comer y apareció mi hermana unos minutos después, desde aquella pequeña discusión apenas hablamos.
Por suerte unos segundos después bajó mi padre para evitar el ambiente incómodo.
-Papá necesito que me digas dónde guardas fotografías porque debo llevar al psicólogo.- Avisé mientras terminaba mi pequeño desayuno, recordé que debía imprimir algunas fotografías que tenía guardadas en el teléfono.
-En el escritorio de mi oficina, busca en alguno de los cajones, allí hay un par de álbumes guardados.- Respondió quitándole importancia y yo simplemente asentí para luego irme a su oficina a buscarlos, siendo seguida por los ojos de Yuna.
Entré a la habitación y fui directamente hacia el escritorio, abrí el primer cajón y allí estaban las fotografías que estaba buscando. La primera que tomé fue una en mi primer competencia de baile, cuando me propuse ser artista. Recorriendo el álbum encontré dos más que representaban momentos importantes de mi vida, la primera era una foto con Mingi cuando estábamos recién entrando a la secundaria, los momentos más felices de mi vida probablemente y la segunda que encontré mi última fiesta de cumpleaños en la que estuvo toda mi familia unida.
Cerré el álbum creyendo que estas habían sido suficientes imágenes pero la curiosidad me venció y seguí hurgando en los cajones de mi padre en busca de más hasta que me encontré con un sobre muy conocido, aún sellado. Lo abrí esperando estar equivocada pero las primeras palabras de lo que estaba escrito confirmaron mi teoría.
"Si tuvieran que hablar sobre su primer amor seguramente la mayoría de las personas hablarían de la primer persona a la que se sintieron atraídos, sin embargo, déjenme decirles lo equivocados que están.
Mi primer amor fue él, un chico bastante callado y atractivo que medía aproximadamente un metro ochenta y cinco..."
Era la carta que le escribí a Yunho por su debut, la carta que le pedí a mi padre que enviara pero que nunca hizo, fallándome una vez más.
Ahora tiene sentido, se me hacía difícil creer que él había ignorado esta carta o que su respuesta haya sido ese ramo de flores que envió el día de mi cumpleaños.
Evitando una discusión guardé la carta junto con las fotografías que llevaría al psicólogo, tendría tiempo para pensar qué haría con ella. Fui a mi habitación y abrí mi computadora buscando fotografías que había tomado con mi telefono antiguo encontrando las que buscaba, mi primera "cita" con Yunho de madrugada en su academia de baile, la foto que tomé acariciandole el cabello el día de la audición y la primera foto que me tomé con Chan cuando entré en JYP.
Luego de imprimirlas guardé todo en un pequeño bolso y me vestí, solo debía esperar a que llegara la señora Kang para recogerme, me quedé en mi habitación para evitar ver a mi padre.
Pasó un largo rato para que suene el timbre, bajé rápidamente para salir después de anunciar con un grito que no volvería hasta la noche.
En todo el camino fuimos escuchando música sin hablar mucho, lo agradecía ya que debía pensar en si afrontaría o no a mi padre, lo mejor sería hablarlo con el psicólogo hoy.
Bajé del vehículo y saludé a la señora Kang quien me avisó que también me vendría a recoger aunque yo le dije que no volvería a casa ella insistió en llevarme a donde quisiera.
La espera fuera del consultorio fue de unos quince minutos pero no me quejé, evidentemente debe estar ocupado pero una vez que fue mi turno me hizo pasar rápidamente y me pidió que tome asiento, en la silla o sofá, donde más me gustara.
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¿Por qué te quiero? ¿Por qué tú? - Jeong Yunho [Segunda temporada]
FanfictionHasta el día que podamos estar juntos otra vez, cantemos como si nunca nos hubiésemos separado. Hasta el día que nuestras miradas se vuelvan a conectar, pensémonos como si nunca nos hubiésemos apartado. Hasta el día que vuelvas a ser la razón de mi...