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Mis manos comenzaron a sudar, tomé una gran bocanada de aire para asegurarme de que no me iba a quedar sin aire mientras que sentía el tan conocido sudor frío recorrer mi nuca y espalda. Estiré un poco antes de salir y la señora Kang trajo el respirador para cuando saliera del escenario, solo para prevenir que no me suceda lo mismo que la última premiación que casi pierdo el conocimiento.

Llegó el momento de subir y lo hice sin dudar, yo me sé la coreografía, la vengo practicando hace meses asi que no debería estar nerviosa. Ya practiqué las notas altas muchísimas veces, tanto que estaba segura de que no tendría problema en hacerlas pero cada vez que debo mostrarme al público todos mis miedos aparecen ¿Y si me equivoco? ¿Y si no soy suficiente? ¿Y si se aburren? Todas las dudas invadieron mi mente en los pocos segundos que habían transcurrido de la canción, se suponía que en el escenario se me iba todo esto, al menos así sucedió las anteriores veces ¿Acaso estoy empeorando? Mis manos comenzaron a temblar haciéndome perder precisión en mis movimientos y eso estaba logrando quitarme la poca confianza que me quedaba.

La canción terminó y las luces se apagaron, me bajé rápidamente del escenario y tomé el respirador para poder recuperar la estabilidad que había perdido en los últimos minutos. La señora Kang junto con algunas personas del staff vinieron a mi lado pero yo les aseguré que me encontraba bien, sé que no necesito asistencia supongo que me estoy comenzando a acostumbrar a tener que cuidarme por mi cuenta.

-Parece que acabas de volver de una guerra.- Dijo alguien a mi lado, me percaté que era Mark quien acababa de hacer esa desafortunada broma.

-Es que acabo de volver de una.- Contesté suavemente intentando continuar un poco con el hilo de la broma, me quite el respirador y me acomodé el cabello.

-¿Estás comiendo bien? Estás pálida.- Cuestionó y yo solté un suspiro.

-Wow gracias.- Bromeé por el comentario sobre mi color de piel.

-Sabes que no lo dije con una mala intención, aún recuerdo cuando entrenabas en SM y yo te llevaba comida a escondidas porque había ciertas cosas que no te permitían comer y estabas perdiendo mucho peso.- Recordó con nostalgia.

-Solo comía eso porque me lo llevabas tú, después apenas comía algo más en el resto del día.- Confesé.- De verdad quería bajar de peso.- Expliqué en forma de excusa.

-Si ahora haces lo mismo comenzaré a llevarte comida todos los días.- Dijo subiendo el tono de su voz.- Es una amenaza.- Aseguró y yo reí.-Así por lo menos podré verte todos los días.- Rió.

-¿Acabas de coquetear conmigo?- Pregunté avergonzada mientras reía.

-Lo he estado haciendo desde que éramos pequeños y entrenábamos juntos, gracias por notarlo.- Respondió rodando los ojos volviendo a reír dejándome sin palabras.

Pasaron los chicos a nuestro lado, era su turno de presentarse. Ninguno de ellos desvió la mirada de su camino para saludar, ni siquiera Yunho, se los veía muy concentrados.

-Debo irme, me toca después de ellos.- Anunció mi amigo y yo asentí para luego hacer una reverencia y volver con la señora Kang, no pude decirle nada aún seguía descolocada por lo que me acababa de decir.

-¿Que te ha sucedido?- Preguntó mi mánager al notar mi presencia mostrándome la presentación en su teléfono.

-Todas las otras veces una vez que me subía al escenario lograba calmarme pero hoy no se qué pasó, simplemente empeoró una vez que subí.- Expliqué extrañada.- ¿Estaré empeorando?- Pregunté como si ella supiera la respuesta.

-¿Cuándo comenzarás la terapia?- Preguntó tomando asiento.- Tiene que ser lo antes posible.- Aseguró. 

-¿Puedo ir mañana?-Pregunté intentando que se compadeciera de mí.

-Déjame hablar con él, no creo que haya problema.- Respondió tomando su teléfono y marcando un número.- Espérame aquí mientras lo llamo.- Mandó saliendo del lugar y yo accedí aunque no creo que el psicólogo vaya a responder a esta hora.

Luego de unos minutos volvió y se sentó en el lugar que estuvo anteriormente sin decir nada, comenzó a teclear rápidamente en su celular y volvió a salir sin comentarme a donde iría. Una vez más entró a la sala, después de unos minutos.

-¿Ha dicho que sí?-Pregunté confundida y ella me miró confundida.- ¿Puedo mañana comenzar la terapia?- Insistí para que entendiera.

-Sí claro.- Contestó rápidamente y sonreí tranquila.- Pero ahora tenemos otros problemas.- Soltó y rápidamente se borró mi sonrisa.

¿Por qué te quiero? ¿Por qué tú? - Jeong Yunho [Segunda temporada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora