Capítulo 30

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"Tu amor abrió una heridaPorque todo lo que te hace bienSiempre te hace mal, Tu amor cambió mi vida como un rayoPara siempre, para lo que fue y será La bola sobre el piano la mañana aquellaQue dejamos de cantarLlegó la muerte un día y arrasó con t...

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"Tu amor abrió una herida
Porque todo lo que te hace bien
Siempre te hace mal, Tu amor cambió mi vida como un rayo
Para siempre, para lo que fue y será
La bola sobre el piano la mañana aquella
Que dejamos de cantar
Llegó la muerte un día y arrasó con todo,
Todo, todo, todo un vendaval,
Y fue un fuerte vendaval
Algo de vos llega hasta mí
Cae la lluvia sobre París
Pero me escapé hacia otra ciudad
Y no sirvió de nada,
Porque todo el tiempo estabas dando vueltas
Y más vueltas que pegué en la vida para tratar de reaccionar,

Un tango al mango revoleando la cabeza como un loco
De aquí para allá, de aquí para allá
Después vinieron días de misterio y frío,
Casi como todos los demás
Lo bueno que tenemos dentro es un brillante,
Es una luz que no dejaré escapar jamás
Algo de vos llega hasta mí,
Cuando era pibe tuve un jardín
Pero me escapé hacia otra ciudad
Y no sirvió de nada,
Porque todo el tiempo estaba yo en un mismo lugar,
Y bajo una misma piel y en la misma ceremonia
Yo te pido un favor, que no me dejes caer
En las tumbas de la gloria"


La canción se repetía en mi cabeza sin parar mientras un dolor inexplicable me destrozaba por dentro.

La radiación había sido demasiada. No para Saku, pero si para la pequeña vida en su interior.
Gaara había tenido la terrible tarea de extraer al pequeño bebé sin vida de su vientre. Hizo todo lo que pudo, potencio los aceleradores de recuperación, incluso aumentó la dosis, pero no consiguió que su pequeño corazoncito siguiera latiendo. Todo habia pasado mientras ella seguia en sueño inducido.

Tuve que dar mi concentimiento con todo el dolor del alma, para que procediera a realizar  la extracción. 

Mi bebé, tan pequeñito... con tanta vida por delante. Una infinidad de cosas que no seria capaz de hacer. Su vida se había apagado antes de siquiera empezar. Y el dolor en mi pecho amenazaba con arrazar el maldito laboratorio.

Lo pusimos en una cámara de crió que Yamato diseño para conservarlo.
Un varón, mi hijo, su pequeño cuerpo cabía en mi mano apenas estaba formándose pero era perfecto. Saku querria despedirse de él. Habíamos pensado algunos nombres. Mi estómago estaba cerrado, sentía que algo aplastaba mi pecho. Miré a mi hijo una vez más antes de cerrar la cámara. La despedida mas dura que jamás había creido posible.

Por los siguientes días me permitieron ausentarme de mis obligaciones y tareas, ya que no servia de nada en el estado en que me encontraba. Sin ánimo, sin fuerza, sin vida. Mi bebé ya no estaba y cuando su madre se recuperará tendría que afrontar el mismo dolor que yo estaba sintiendo inclúso más fuerte.

No sería la única vida que ibamos a engendrar, pero había sido la primera y nos fue arrebatada antes de poder hacernos a la idea.
Aún no sabía como iba a tomarse todo esto Saku, pero mientras ella dormía, lejos del dolor y la pena, yo me deshacía, me vaciaba de todo el sufrimiento para poder estar entero y sostenerla cuando ella lo supiera y se derrumbara. Era mi responsabilidad cuidar de ella. Y lo haría, malditamente lo haría. No volvería a fallar en eso.

Viajeros (Sasusaku- +18- Completa)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora