Siempre había deseado ser padre, demostrar ser uno mejor que el que él tuvo.
De algún modo esa cosa remendada parece guardarle un gran cariño y seguirlo a todas partes, tendrá que perderlo de vista.
Excepto Jack y Dolly, el resto de personajes pert...
Llevaba a Waylon como un saco sobre su hombro. Este no había dicho ni una palabra, solo respiraba agitado y gruñía en queja mientras trataba de patalear y daba puñetazos en la espalda del novio.
Tras ellos se encontraba Dolly, quien los seguía mientras trataba de hacer entrar en razón a su padre. -¡Por favor, papá! ¡No lastimes a Waylon!-
-Lamento si parezco algo brusco, corazón, pero no pretendo hacer daño a tu futura madre.-
-¿No...?- Preguntó confuso el menor.
-Claro que no, aún debes aprender mucho del mundo de los adultos. A veces el dolor trae algo bueno y es necesario. Y tu futura y querida madre está dispuesta a soportarlo para que seamos una familia. ¿Verdad, cariño?- Le preguntaba al informático, pero este no respondió, y en su lugar derramó gruesas lágrimas. -¡¿Verdad?!- Empezó a perder la paciencia y cambió su tono amoroso por uno severo.
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-Papá, basta, por favor... ¿Que le vas a hacer?- Comenzó a sonar triste, sentía ganas de llorar. Waylon había sido amable con él y no quería que muriese.
-Oh, Dolly...- Se detuvo y se volteó para mirar con ternura al menor. -Tu inocencia es encomiable, hay tanto que aún debes aprender... Esto solo lo hago para que seamos una familia... Y pronto será más numerosa. -Se volteó de vuelta y siguió su camino hasta el taller- ¿Cuantos hermanitos te gustaría tener?- Pero no le dió tiempo a responder ya que el rubio logró liberar una de sus piernas del agarre de Gluskin y pateó en su entrepierna, logrando que este se dobla se de dolor y dejase caer a Waylon.
-Grr... Tú...- Se llevó las manos a la entrepierna mientras gruñía de dolor apretando los dientes. -¡Puta!- Le gritó al informático quien ya había comenzado a correr desde que había caído.
Dolly tan solo pudo observar como su padre comenzó a perseguir al otro adulto. Al ver que sacaba el cuchillo de su bolsillo, el menor se alarmó, de nuevo perdería alguien que había sido bueno con él. Corrió tras ellos, guiado por el ruido de los pasos y los insultos de su padre.
Poco a poco empezó a ser más lejanos los gritos, lo que quería decir que los estaba perdiendo de vista y en breve no sabría donde se encontraban. Debía ser rápido y alcanzar a su padre para hacerle entrar en razón.
***
Aún no se podía creer que había sido capaz de escapar del agarre del novio. Ahora en lo único que podía pensar era en esconderse de ese lunático, pero le seguía bastante de cerca, así que perderlo se vista le era imposible.
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Llegó al gimnasio donde observó varios cadáveres colgados y con el cuerpo modificado de forma grotesca en cuerpos femeninos. No había salida, Eddie pronto lo tenía acorralado, debía pensar en un plan rápido, o seguramente terminaría colgado como el resto.
