Doll(y)

Capítulo 38

Se despertó con un gran dolor en la parte trasera de la cabeza, como si hubiese recibido un gran golpe. Gimió de dolor y al tratar de llevarse la mano a donde le dolía, algo se lo impidió. Miró veloz a sus brazos que permanecían amarrados a su cuerpo con correas mientras estaba tumbado en la camilla y sin ropa. —Maldito viejo, debí dejarlo morir...—

—Me llamo Eddie— Corrigió molesto, haciendo que el rubio girase el rostro rápido en dirección a aquella voz, encontrándose a su lado otra camilla donde estaba amarrado, tumbado boca abajo y desnudo al novio.

—¡¿Tú?! No es posible... Entonces... ¡¿Quien?!— Preguntó el informático desconcertado.

—No lo se— El tono de su voz sonaba bastante molesto. —Solo espero que Dolly esté bien y se haya escondido antes de que la atrapasen a ella también.

—Es un chico— Respondió cortante el rubio. —Me da igual si eres un demente, Jack ya sufrió bastante.— Se atrevió a encargarle, ya que Gluskin no podía lastimarlo ahora, incluso estaba en una situación peor a la suya.

—Eres una puta barata, no lo entenderías.  ¿Te hace sentir satisfecho envenenar la pura mente de mi pequeña Dolly?—

—Se llama Jack— Volvió a corregir molesto por sus insultos y por ser tan cabezota. —Y eres tú quien envenena su mente. ¿Realmente crees que vistiendo a un pobre chico con una falda y poniéndole una peluca va a estar bien? Es enfermizo...— Mencionó con desprecio, provocando que el mayor tratase de soltarse del agarre de las correas iracundo, cosa que asustó al rubio.

***

—¿Como está mi papá?— Preguntó el menor, quien aún seguía con la misma ropa. Se encontraba sentado en una silla de ruedas y atado a esta.

—Bien, bien— Respondió el doctor, restando importancia al asunto. —¿Quieres verle?—

—¡Si! ¡Por favor!—

—Me gusta tu entusiasmo, amigo— Se agachó hasta quedar a la altura de Dolly. —Pero antes, debemos aclarar algunas... Pautas, condiciones.—

—¿Que condiciones?— Preguntó, asustado tanto por la cercanía como porque tenía un mal presentimiento de que le iba a decir.

El mayor acarició su cabello falso al tiempo que lo ponía detrás de la oreja para tener más al descubierto su rostro, le fascinaba. —Si le mencionas a tú papá que yo te hice esto— Tocando con la yema del índice lo poco que queda a de su nariz. —O esto— Veloz pasa su mano a la entrepierna lisa del menor y la agarra con la mano. —O cualquiera de las cosas que te hice— Soltando el agarre —Mataré a tu querido papá—

Aquellas palabras tensaron a Dolly para luego entrar en pánico —¡No diré nada! ¡¡Lo prometo!! ¡¡Lo juró!!—

—Tranquilo— Dijo en un tono malicioso y puso una mano en su hombro. —No debes tener miedo, soy tu doctor.—

—Por favor... Dejé ir a mí papá... No le haga daño...— Suplicó triste.

—Ow... Casi me conmueve tus palabras— Fingió congoja. —Pero no puedo hacer eso— Se levantó y comenzó a rodear a su paciente hasta quedar atrás.

—¿Por qué no?— Giró su rostro lo más que pudo, pero aún así no podía ver qué hacía el adulto.

—Verás... Algunos pacientes son algo... Inquietos... Otros lograron escapar, pero eso ya lo sabes. Necesito ayudantes, ayudantes fuertes que además traigan nuevos enfermos. Soy un hombre muy ocupado y no puedo ir yo mismo a buscarlos— Regresó al frente, mostrando ahora unas tijeras del tamaño de unas de podar. —Tu padre es un caso especial, él solo se interesa por su "hijita". Si su "hija" está bien, hará lo que yo diga, si no, será un caso perdido y habrá que darle eutanasia...— Abrió las tijeras y presionó cada filo en el fino cuello del menor. —Y tú no me servirás para nada. ¿Eso quieres?—

—N-no...—Tartamudeó bajito Dolly.

—¿Vas a ser un buen chico y vas a actuar como yo te diga?—

—¡Si!— Afirmó desesperado al sentir como el filo apretaba un poco más.

—Eso está mejor— Alejó el arma y la dejó en una bandeja. —Ahora muéstrame tu mejor sonrisa, no querrás preocupar a tu papá cuando lo visitemos.—

—Si...—

***

NOTAS FINALES

No es que vaya a tomar por costumbre hacer las ilustraciones en este estilo, pero me apetecía probar un estilo un poco más realista. Se nota que aún necesito aprender mucho.