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Pasado el verano del año anterior Jimin ya se había resignado a los cambios que habían llegado con aquel estilo de vida. Se había acostumbrado a estar solo durante el día y había empezado a pintar. Jungkook se había estabilizado en un empleo como jardinero en un hotel de la costa. Quedaba a sólo media hora de allí y hacía varios meses desde que la vida de ambos se volviera estable y rutinaria. No había actualizaciones de la policía respecto al caso desde hacía cosa de cuatro meses. Podría decirse que la tormenta había empezado a amainar para Jungkook.

Jimin había empezado a sentirse confiado en aquella zona y ya no esperaba que Jungkook proveyera la casa con todo, sino que también él mismo salía al pueblecito cercano en busca de comida o para cubrir cualquier otra necesidad de la casa.

Se había hecho muy unido a la anciana y había llegado a compartir muchas de las inquietudes que lo acongojaban. Una de las pesadillas que tenía cada tanto y que despertaba empapado de sudor y sollozando era la de un demonio con forma de mujer que quería bailar con él. Era alta, delgada, con el cabello rubio y vestía una falda azul pálido. Intentó descifrar el significado del sueño, pero no hubo mucho que pudiera hacer. Eran cosas demasiado místicas para tomarlas como una señal.

La anciana sin ningún entendimiento de lo místico, cuando Jimin le contó el sueño, estuvo de acuerdo en que debía ser una señal para que tuviera cuidado con quien escogía como pareja para "bailar" y remarcó en esto lo que quería decirle.

—Para un bailarín el baile es la vida, ¿no lo extrañas? —preguntó la anciana mientas caminaban una mañana por la orilla de la playa.

—Supongo que sí, aunque no recuerdo cómo hacerlo.

—¿Te gustaría intentar recordar eso al menos? —preguntó la anciana que ya conocía la respuesta.

—¿Como? —Jimin se encogió de hombros, hecho curiosidad con la idea.

—Vamos el próximo fin de semana al pueblo. Inicia el festival de la cerveza que celebran los bares al lado de la costa. Sucede cada año y regalan muestras de cervezas. Puedes tomar hasta que mueras intoxicado. —rio la anciana mostrando una hilera de dientes amarillos. Solía ir en mi juventud, ya estoy demasiado vieja, pero haría el esfuerzo de acompañarte.

−¡Qué bien! —exclamó Jimin animado— Le diré a Jungkook. Estoy seguro de que se pondrá feliz de saber que irá con nosotros.

—Chico, voy a decirte algo y espero que no me malinterpretes. No quiero parecer entrometida, pero creo que sería mejor que obviaras la parte de que vas a hacer un experimento para recordar. No crees expectativas sobre él, si fallas él se pudiera sentir decepcionado.

Jimin asintió dándole la razón.

—Creo que tiene razón, igual que todas las demás veces. —Jimin le regaló junto al cumplido de sapiencia, una hermosa sonrisa— Me sentiría presionado a recordar y eso a la vez, quizás no le guste a Jungkook. Pudiera pensar que no soy feliz con él y por eso intento recordar.

Jimin llegó animado a la casa con la proposición. Esa misma tarde, después de que Jungkook llegara del trabajo le propuso ir hasta el pueblo cercano a comprar ropa para el festival. No recordaba haber estado en un festival de la cerveza. La idea de que por primera vez desde que había despertado, asistiría a una fiesta, lo hacía sentir definitivamente como una primera vez.

El sábado en la mañana se alistaron y recogieron a la anciana, que esperaba sentada en una silla de madera en el porche de su casa, ataviada con todo tipo de accesorios para protegerse del sol. Jimin de igual forma vestía ropa blanca holgada que lo cubría, un sombrero de paja y lentes oscuros para evitar el reconocimiento. Jungkook un poco más descubierto solo llevaba una playera blanca de la colección de las estirazadas que tan cómodas le resultaban, un jogger negro y sandalias. Subieron al auto y tomaron el camino de la costa hacia el sur. A la zona que se encontraba poblada lo mismo de casas de verano que de hoteles, restaurantes y bares que recibían cada año a cientos de turistas. Más adelante estaba el puerto donde Jungkook había trabajado meses atrás.

ℭ𝔲𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔢𝔞 𝔪𝔦́𝔬  ••𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora