- Epílogo tres -

1.3K 191 40
                                    



Jimin fue apartando una a una las cortinas de tres capas y la habitación se fue iluminando gradualmente. Había amanecido hacía buen rato, pero la casa seguía a oscuras. Dejó la última capa de fino lienzo blanco que le daba un tono azulado a la luz que entraba por los amplios ventanales.

La vista de la playa era envidiable desde adentro de una habitación climatizada, afuera ya se hacía sentir el calor sofocante del verano.

A menos de cien metros de distancia podía verse el mar desde el interior de la terraza forrada de cristales. Bastante limpio y despejado en las mañanas y con centenares de gaviotas chillonas y hambrientas que se lanzaban en picada llevándose un entretenido pez en cada intento. Llegando a la playa y haciendo un giro a la derecha ibas a dar directamente a un muelle de pescadores locales. La casa se veía justo como la de Jeju que visitara con Jungkook veinte años antes y por ese único motivo se había mudado allí.

Habían anclados alrededor de cuarenta botes de pesca y cuatro o cinco yates que algunos ricos utilizaban esporádicamente para irse de paseo y que el resto de año servían para adornar el lugar y servirle de fondo a los turistas en sus fotografías. Alrededor había distribuidos en forma de cadena a lo largo de todo el litoral restaurantes y bares que en verano se llenaban de turistas nacionales y extranjeros.

El agua de las playas era fría incluso en verano por lo que el principal atractivo era el ambiente costero y la gastronomía. Podías encontrar cualquier marisco que buscaras a buenísimos precios y recién sacados del mar por los propios pescadores locales.

Uno de los platos favoritos de Jimin se llamaba jjamppong, una sopa picante a base de fideos y mariscos que había preparado para él por primera vez una persona especial es su vida y que en lo adelante asociaría ese sabor con los sentimientos de felicidad que experimentó junto a él durante el breve tiempo que coincidieron.

A Jimin no le gustaban los mariscos, o al menos eso creía hasta que en una ocasión se vio obligado a probar la sopa preparada para él cuando estuvo recién salido del hospital después de una fuerte pelea con su padre. Además de ser la comida de recibimiento el día que fue encontrado en la playa perdido.

En esa época llegó a vivir de forma temporal al lado de la playa, pero en una casa mucho más modesta comparada con la que poseía actualmente. Era una simple cabaña de madera. Había tenido que aprender a comer de todo. Los mariscos fueron una novedad, abrirse a nuevos sabores y texturas era algo grandioso que le complementaba todo el torbellino de sensaciones nuevas que experimentó durante esos tres años de su vida. Había ordenado esa misma comida cada primero de septiembre durante los últimos diecisiete años.

Tomó la foto impresa en la mano y comenzó por analizar pausadamente cada detalle. Notó que le faltaba un lápiz para hacer las anotaciones como acostumbraba hacer RM. Tener los accesorios necesarios para la investigación era el primer paso.

Empezó por enumerar la información habitual que traen las portadas de los libros. Un título, un nombre de autor o colectivo, la editorial, año de publicación, algún premio o mención obtenido y quizás algún otro subtítulo a elección de su autor.

Una novela con semejante título "Cuando sea mío", probable fuera escrita por algún aburrido romántico falto de imaginación. En la actualidad una adecuada presentación vende mucho. Si a eso le sumamos que el autor es atractivo y le gustan las cámaras, ni se diga. El público sigue siendo impresionable en los mismos aspectos, les gusta soñar con el éxito ajeno a pesar de no pasar de ser una fantasía. Aborrecía las novelas de amor y punto.

El nombre del autor ya lo había dado por imposible "Jeon MinHo" lo único relevante era la caligrafía distinta en el nombre y el apellido, pero por lo demás no recordaba a nadie con ese nombre, ni fanático, ni anti, ni ex amante. Únicamente podía tratarse de una aventura de las noches de pub crawling que acostumbraba hacer años atrás, pero no creía que RM forzara tanto su memoria como para presentarle un dato tan borroso. Habían pasado por su cama más caras y nombres de los que podía recordar.

ℭ𝔲𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔢𝔞 𝔪𝔦́𝔬  ••𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora