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Maratón 2/5


—¡¿Estás loco?! —volvió a gritar Jimin.

—Es la segunda vez que me lo preguntas. ¡Sí, sí! ¡Estoy loco por ese chico, tienes que invitarlo! Sé que si lo invitas no se negará. He intentado acercarme a él en este tiempo, pero es imposible. Siempre tiene prisa.

Jimin terminó cediendo ante la petición de Tae Hyung. Vivía frente al mar, por tanto no había novedad alguna en ese viaje, pero por el sólo hecho de haberle negado a Tae Hyung el haber visitado su casa sentía que se lo debía. Entonces algo saltó a mente de repente. No había dejado que su amigo visitara su casa porque la consideraba su lugar sagrado, que no debía ser contaminado con gente de fuera, sin embargo, a Jungkook lo dejó pasar la noche.

La casa reservada tenía dos niveles y la distribución habitual de las habitaciones: las de descanso en la planta superior y el resto en el primer nivel.

Inmensas hojas de cristal sustituían las paredes por todos lados, buscando mantener el interior iluminado durante el día. Por el módico precio de $9300.00 la noche Tae Hyung había reservado para tres días y dos noches. Efectuó el pago con su tarjeta personal y cuando Jimin quiso protestar, le mostró la pantalla de su teléfono con la transacción aprobada.

—Soy un pobre romántico enamorado. Merezco gastar dieciocho mil dólares en un fin de semana para conquistar al amor de mi vida.

—¿Estás loco, Tae? ¿Por dos días en Jeju?—exclamó Jimin— Has elegido lo más costoso que había, supongo. Oh dios, sigo gritando que si estás loco. Ya sé que lo estás.

—En efecto y ya no puedo cancelar porque me acaban de enviar el código de la puerta. El vuelo es a las 10:15 de esta noche. Tienes menos de tres horas para que Jungkook diga que sí.

Tae Hyung se despidió de Jimin con una burlesca reverencia y se fue corriendo hasta el elevador que daba al parqueo. Antes de entrar hizo otra reverencia y le gritó ¡buena suerte!

Jimin se pasó las manos por el rostro y dejó salir un suspiro cansado. Tenía ahora que encargarse de convencer a Jungkook de que fuera, nada complicado según Tae: "si eres tú quien se lo pide, irá". Yo pago todo, tu sólo encárgate de que él vaya.

Recorrió la agencia de un lado a otro y supuso que ya se habría ido. Era casi la hora de salir cuando Tae llegó con la noticia.

—Hola tío. Mándame el número de Jungkook el de vestuario. No hay ningún problema... No encuentro una pieza y necesito preguntarle... Sí, mensaje de texto. Besos a Mei... a mi tía.

La conversación con Seokjin duró nada. Jimin se sorprendió mintiendo otra vez.

—Hola Jungkook, ¿te has ido de la agencia? —al otro lado de la línea hubo silencio— ¿Hola? ¿Me escuchas?

—¿Sssi?...¿quién habla? —respondió dudoso.

—Ah, es que no tienes mi número personal, pero yo tengo el tuyo. Soy Jimin, de la compañía. —Jimin rio nervioso y fuera de lugar.

—Jimin de la compañía, ¿hay algún problema con tu ropa? —respondió Jungkook confuso.

—No es nada. —se apresuró a contestar Jimin—Verás, mi amigo y yo vamos a Jeju y se nos ocurrió invitarte —Jimin apretó los ojos como si esperara una explosión— para no ir solos porque sería aburrido.

—¿Se les ocurrió o se le ocurrió a tu amigo? —preguntó haciendo énfasis en el sujeto.

Jimin quedó desorientado y rio para disimular.

ℭ𝔲𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔢𝔞 𝔪𝔦́𝔬  ••𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇••Donde viven las historias. Descúbrelo ahora