Maratón 4/7La casa estaba situada frente a la playa, caminabas menos de cincuenta metros y llegabas al agua. Había sido construida años atrás, antes de que las leyes de protección del medio ambiente reestablecieran el espacio mínimo. Apartada como estaba, pasó desapercibida de las demoliciones y remodelaciones de esa etapa. Había sido construida de madera en su totalidad para evitar la oxidación de los materiales ferrosos usados en las armazones de las casas de concreto. Contaba con un recibidor pequeño, pero bien acondicionado, un sofá bastante cómodo en el centro y algunas decoraciones en las paredes, mayormente cuadros de barcos atracados en los muelles y puestas de sol.
La habitación de descanso estaba amueblada con una cama de tamaño regular, un closet y un pequeño baño interior. Parecía pensada para ser habitada por una sola persona. No había nada alrededor de aquella cabaña: arena y mar al frente y matorrales y árboles de cocotero hacia el patio de fondo y los alrededores. A cierta distancia de allí podía divisarse otra casa parecida. Jimin la vio en cuanto se asomó a una de las ventanas laterales y se inquietó.
—¿Quien vive de ese lado? Aseguraste que no tenías vecinos. —dijo señalando en esa dirección con preocupación en su mirada. El desconocido no se alarmó ante la pregunta, como si todo cuanto estaba pasando ya estuviera previsto en su inventario de hechos para esa mañana.
—No tienes que preocuparte por nada. Este lugar es seguro. La policía nunca llegará hasta acá. —aseguró el desconocido yendo hacia la pequeña cocina.
Jimin se quedó mirando hacia afuera a través del cristal y le pareció muy lindo el lugar. De no encontrarse en la situación penosa en la que estaba, habría tomado aquello como unas vacaciones.
La casa estaba limpia y había pan recién horneado encima de la meseta de la cocina, pero Jimin, abrumado como estaba no notó esos detalles. Estaba todo preparado para su llegada y ni siquiera lo notó debido a la confusión de su mente. Bien podría tratarse de alguien que vivía allí y que se preocupaba por el orden del hogar.
—¿Me podría bañar? —dejó salir otra interrogante al no obtener una respuesta convincente, pero que a la vez no había como refutar.
El desconocido lo guió hasta la habitación de descanso. Le mostró donde podía encontrar cada una de las cosas que iba a necesitar, porque esa sería su casa a partir de ahora. Así que estaría bien que comenzara a tener el control de todo cuanto había dentro de ella.
Jimin se despojó de los pantalones todavía mojados de agua de mar y en cuanto los tiró a la basura se dio cuenta de que no tenía ropa limpia para cambiarse. Tomó una larga ducha de agua lo más caliente que lo soportó su cuerpo. Se lavó la herida de la cabeza con abundante agua y resultó no ser tan grande como había creído al principio, apenas si podía sentirse la piel abierta en esa zona.
No tenía como comparar la pesadilla que estaba viviendo desde esa mañana con la vida que hubiera llevado antes, pero estaba seguro de que nada podría ser peor a aquello de despertar siendo nadie y teniendo nada. Cualquier afirmación que hiciera sería una mentira porque no podía recordar nada.
La única y mejor opción que tenía en el momento era ir, paso por paso, averiguando lo sucedido. No había nada más que pudiera hacer que aceptar la ayuda que le ofrecía ese chico que lo había encontrado. No parecía mala persona, pero podría querer aprovecharse de esa situación y sacar alguna ventaja. Quien sabe si no era casualidad que lo hubiera encontrado. De igual forma no tenía más opción que esperar a que las cosas se aclararan y que la policía pudiera encontrar a esa mujer.
Salió del baño y encontró que sobre la cama había una muda de ropa limpia. No era de su medida, pero estaba bastante aceptable. Unos pantalones grises de lana y una playera blanca algo estirazada, aunque con un olor a limpio que le resultó muy agradable y tranquilizador.
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ℭ𝔲𝔞𝔫𝔡𝔬 𝔰𝔢𝔞 𝔪𝔦́𝔬 ••𝗄𝗈𝗈𝗄𝗆𝗂𝗇••
FanfictionJimin es un exitoso bailarín que goza de alto reconocimiento en el ámbito artístico. Estricto y tenaz, así como lleno de prejuicios inculcados por su padre sobre esta profesión y lo que se dice de los hombres que la ejercen. Obsesionado con jamás ll...