Era una noche tranquila y despejada. El viento se sentía bien en el rostro. La luna no se veía por ningún lado, por lo que era una noche más oscura de lo normal. Pero obviando ese detalle, era de lo más normal. Tanto, que nadie en ese edificio del Escuadrón Celeste se podría haber imaginado que serían atacados.
Samuel usó un hechizo llamado Regalo del ángel caído. A todos nos aparecieron un par de alas negras que nos permitía volar con mucho sigilo. Gracias a un instrumento hecho por Gasper, no se podía detectar nuestro poder mágico. En esencia éramos invisibles.
Danna no estaba acostumbrada a moverse tan lento en el cielo. Pero las llamaradas que expulsaba desde la planta de sus pies eran demasiado visibles y alertarían a todos nuestros enemigos.
Cuando estuvimos muy cerca de ese edificio, pude generar con rapidez una forma de distribuirnos. No era sensato quedarnos todos en un mismo lugar, pero tampoco dividirnos en grupos tan pequeños. Lo mejor era separarnos en dos grupos. Uno atacaría en la planta baja y avanzarían hacia arriba. El otro comenzaría desde el cuarto piso, el más alto, y luego bajarían. El plan era ir deshaciéndonos del mayor número de enemigos mientras avanzábamos. Estaríamos en comunicación constante a través de unos micrófonos que llevábamos cada uno. Solo tenían que imbuirlo con un poco de magia y podría enviar un mensaje.
—Samuel, Gasper, Jack y Danna vayan hacia la parte baja. Elijah, Connor, Dante y yo comenzaremos desde arriba. Estoy seguro que encontraremos primero al maldito Pilar Espejo. En caso de encontrarse ustedes, avísennos inmediatamente e iremos a ayudarlos. Nosotros haremos lo mismo —ordené. Todos asintieron—. Recuerden, tienen que estar juntos. Apóyense en el otro como entrenamos en la casa.
—Tranquilo Zack, recuerda que hemos hecho este tipo de estrategia antes —recordó Samuel. Tenía razón, me estaba preocupando de mas.
Sin más ambos grupos nos separamos para quedar en dos extremos encima del edificio de cuatro pisos que abarcaba el escuadrón. Encima de este había lo que parecía ser un espejo circular negro con cuatro más pequeños unidos a este formando una cruz. No entendía su función, no había averiguado nada de eso. Pero parecía ser algo ornamental.
—Estamos listos Zack, Gasper lo activará —dijo Jack desde el aparato de comunicación.
—Está bien. Que lo active —le respondí.
Cuando Gasper fue a comprar herramientas mágicas para hacer las marionetas. Encontró un aparato muy pequeño que imposibilitaba el uso de comunicaciones a distancia. Él le hizo unos ajustes para que tuviera un rango de efecto mucho mayor y que no afectara la comunicación entre nosotros.
Ese sitio era un pequeño mercado negro escondido en la ciudad. Por eso dijo que era mejor ir de noche. Todas esas herramientas mágicas estaban reguladas y su uso requería ciertos permisos.
—Listo —ahora que ya no podían pedir refuerzos de Comondor, nuestro ataque procedería.
Acumulé gran cantidad de magia para realizar un hechizo ofensivo de amplio alcance. Danna, Samuel, Jack y yo haríamos lo mismo. Esto destruiría una buena parte del edificio y haría que el pánico y la confusión reinara.
—Magia de Copia: Ataque de los cielos —conjuré un hechizo de rayo. Uno de los más poderosos que tenía, cortesía de Tom.
En el otro extremo vi como Danna lanzaba una gran bola de fuego. Jack lanzaba un ataque doble de hielo y agua. Y Samuel creaba dos grandes esferas negras.
Todos lanzamos nuestros ataques al mismo tiempo. Una gran explosión tuvo lugar, seguido el asenso gigante de una nube de humo. Eso daba inicio a nuestra misión de rescate. Ya no había marcha atrás.
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Crónica de los magos
FantasyEn un mundo donde la magia define quien eres, aquellos que no corren con la suerte de ser bendecidos con poder, terminan en la parte más baja, junto a la suciedad de una sociedad decadente. Solo ser un huérfano foráneo en una familia noble ya lo hac...