No hay que darse por ofendido cuando los demás nos oculten la verdad, ya que nos la ocultamos muy a menudo a nosotros mismos.
Su confesión no era algo que esperaba y ni siquiera estaba seguro de que fuese verdad. Aún cuando sus ojos no mostrasen mentira alguna, se me hacía casi imposible creer que Darrell poseía tal sentimiento hacia mí. Yo pensaba que solo estaba confundido por el amor fraternal que de seguro sí sentía.
Aunque lo más profundo de mi ser quería rendirse a sus suplicas, no podía hacerlo. No solo estaría renunciando a mi vida, sino que también arrastraría aun más a mis preciados amigos a mi ruina. Todo nuestro esfuerzo se iría a la basura. Mi promesa a Dante quedaría sin valor y el objetivo despreciable del rey sería todo un hecho.
—Vamos, Zack. Sé que puedes parar toda esta locura —pidió él, usando todo su esfuerzo para hacerme cambiar de parecer—. Ven conmigo. No me importa el compromiso, solo me interesas tú. No quiero perderte.
Sus palabras realmente penetraban muy profundo en mi pecho. Me daba mucha nostalgia, puesto que mi alma lo anhelaba más que a nada, pero mi mente se negaba rotundamente a tal propuesta.
—En este mundo roto, donde no logro distinguir el blanco del negro, desconfío de tus actos de bondad —declaré, intentando no mostrar los sentimientos que mi corazón gritaba—. Desconfío de tu propuesta de salvación y tu declaración de amor.
Busqué un conjuro que terminaría con todo de una vez por todas. Por ironía del destino, el hechizo que acabaría con esto, era uno de los suyos.
—Magia de Copia: Mistilteinn —invoqué una espada hecha enteramente de ramas de árboles enrollados entre sí, moldeando la forma puntiaguda de la hoja.
Sin darle tiempo a mi mente de hacerme dudar, la clavé en el suelo e inmediatamente se extendió por todo el lugar. Antes que los demás se pudieran dar cuenta, de la tierra emergieron raíces vivientes para sujetarlos y absorber todo su poder mágico.
Cada uno fue envuelto por las ramas y raíces de Mistilteinn. Las tres pilares no tuvieron ninguna oportunidad. Nuestro plan había funcionado casi a la perfección. Lo único que quedaba era conseguir la información de la mente de Giselle Glass.
Le lancé una última mirada a mi querido Darrell. Sentía un puntazo en mi corazón al verlo así, suspendido entre ramas torcidas y abatido por nuestro desafortunado reencuentro. Me sentía como la persona más miserable del mundo.
Rápidamente me aproximé hasta donde estaba la Pilar Cristal. Se encontraba inconsciente y bastante herida, pero estaba seguro que sobreviviría.
—Elijah, ¿puedes ver en sus recuerdos? —le pedí a mi hermano. Este asintió rápidamente y posicionó su mano en la frente de la mujer.
—Magia de Memorias: Reciprocidad de recuerdos —en el lugar donde tocaba el peliblanco, se formó un disco ovalado color celeste.
Era una ventana directa hacia su mente. Literalmente podríamos ver lo que ella había visto de Tom.
Mi hermano manipuló las imágenes que se mostraban en el disco hasta encontrar lo que estábamos buscando. Pudimos ver como el Pilar Espejo le entregaba a Tom. Lo tenían encadenado como a una bestia rabiosa. Su ropa estaba destrozada y sucia. También tenía gran cantidad de moretones y raspones en todo su cuerpo.
Mi corazón se aceleró al ver lo que habían hecho con mi amigo.
—¿E-ese es mi Tom? —preguntó Dante. Claramente estaba abatido con lo que mostraba los recuerdos de esa mujer.
Jack y Danna se aproximaron hacia él para consolarlo y alejarlo que esas imágenes. Podría perder de nuevo el control y quien sabe que haría luego. Además que él no merecía ver a su amado en ese estado, tenía que recordarlo fuerte y lleno de vida.
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Crónica de los magos
FantasíaEn un mundo donde la magia define quien eres, aquellos que no corren con la suerte de ser bendecidos con poder, terminan en la parte más baja, junto a la suciedad de una sociedad decadente. Solo ser un huérfano foráneo en una familia noble ya lo hac...