Capítulo XX: Batalla real

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No había tiempo de dudar. La señal ya estaba hecha y solo se necesitaba un error para causar el desastre. No podía dejar que mis temores me hicieran flaquear en ese momento. Tenía que mostrarles a todos el resultado de mi entrenamiento.

Samuel se abalanzó a ellos como una veloz sombra amorfa. En su paso por los ladrones, dejó inconsciente a un par. En ese mismo momento un destello de rayo mando a volar a unos cuantos por los aires, sin darles tiempo que usaran sus magias. Elijah comenzó a disparar sus flechas magias y Jack hizo aparecer su pincel y paleta de colores, listo para el combate.

Yo me giré y pateé con fuerza la lámina que había sobre mí. De un salto llegué al suelo, justo enfrente de dos de los ladrones. No lo pensé ni un segundo y abrí mi grimorio.

Magia de Copia: Combo de explosiones —lancé el hechizo justo antes que ellos pudieran siguiera abrir sus libros de hechizos. Las bolas de fuego explotaron, mandándolos a volar muy lejos.

Me giré a ver a Danna, quien era la más cercana al líder. Ella había transformado en cenizas su túnica floral, dejando a la vista la de color naranja. Encendió fuego desde los pies y usando ese impulso le dio una fuerte patada a quien la tenia sostenida.

—Eso es por tocarme con tus sucias manos —declaro ella. Luego se impulso en el aire y con el arma que le hizo Gasper, comenzó a disparar a diestra y siniestras.

Ya habiendo iniciado el ataque, los ladrones comenzaron a atacar y defenderse. Los ataques mágicos volaban de un lado y otro. Viento, rocas, fuego, agua, todo tipo de elementos iban y venían en todas las direcciones.

Sentí una magia detrás de mí. Apenas volteé hice aparecer una brújula para desviar una gran bola de fuego hecha por uno de los vándalos.

—¡Ya verás! —dijo él—. Magia de Fuego: Maestro de las flamas.

Aparecieron pequeñas bolas de fuego que giraban a su alrededor. Luego todas fueron amedrentadas hacia mí. No era un hechizo muy complejo, así que agité las páginas de mi grimorio e hice que apareciera una pared de agua que las apagó en un instante.

El sujeto parecía absorto tras mi demostración de magia.

—¿C-como es que puedes...

Volví a pasar unas cuantas páginas y con la misma agua que me defendió, hice que se acumularan en tres esferas encima de mí.

Magia de Copia: Trinidad de agua —el trío de bolas acuosas salieron disparadas, rebotando entre ellas y el suelo de forma caótica, para luego impactar al mismo tiempo al ladrón. Después de eso no se movió más.

Observé que mi tío usó el mismo hechizo que segundos antes yo había utilizado. Luego le vi invocar otro defensivo a gran velocidad. Parecía ser muy diestro en la magia.

Jack sonreía al haber atrapado a tres criminales con unas raras serpientes que escupían fuego y parecían estar recubiertas por corteza de madera musgosa. Aunque observándola con un mayor panorama, se trataba de un árbol cuyas ramas eran serpientes constrictoras que escupían llamas. Verdaderamente la magia de ese pintor era extraña e increíble.

Vi como el líder acumulaba magia en sus puños, luego los impactó con fuerza en el suelo, haciendo temblar todo el lugar. Inmediatamente la superficie se partió y surgieron altos muros de tierra y rocas filosas. No había un objetivo fijo, lo que pretendía era desconcentrarnos y dividirnos. Me di cuenta que lo había hecho con todos nosotros. Pensaba que separándonos tendrían más ventajas.

Busqué un camino que me llevara hacia alguno de mis amigos, pero en cambio terminé frente a uno de los ladrones. Parecía estar a punto de invocar un hechizo de neblina. Si hacia eso, estaba seguro que eso sí nos pondría en completa desventaja. Tenía que detenerlo.

Crónica de los magosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora