Capítulo I

2K 173 231
                                    

"Érase una vez una oruga que vivía muy tranquila en el suelo, hasta que un día giró su vista hacia al cielo y vió a las mariposas, desde ese momento su mundo cambió"


Rini


"Grupo Red culminó el semestre con un incremento destacable en el precio de sus acciones"

Leía con interés el titular en mi teléfono cuando el autobús frenó empujando mi cuerpo hacía el frente. Cada vez que había una luz roja mi ansiedad por llegar tarde a mi primer día de clases aumentaba.

Revisé la hora en mi teléfono, tenía tiempo de sobra. Ser una alumna ejemplar no era mi objetivo, era parte de mí.

Si en el formulario de ingreso a Abingdon me hubieran preguntado: ¿Cuál es tu sueño? Lo primero que vendría a mi mente sería casarme con el sexy Señor Knightley y tener un refugio de gatitos autosustentable. Por suerte para mí, y mis padres, la pregunta fue: ¿Cuál es tu meta a largo plazo? Y eso era convertirme en una exitosa y fundamental colaboradora para una importante empresa del país. Claro que omití la parte en la que deseo ganar mucho, mucho dinero.

Lo suficiente para tener una vida holgada.

A pesar de que llevaba los audífonos con música fuerte, escuché con claridad cuando el conductor gritó: "Última parada". ¿Cómo que última parada? Este autobús me tendría que dejar a una calle de Abingdon.

—Perdone, pero la última parada es la academia Abingdon. Eso dice en el mapita de la ruta—consulté al borde un colapso, mientras las personas me empujaban para bajar.

—Parada eliminada hace 4 meses, decisión del alcalde —respondió señalando un cartel sucio con la "nueva ruta" pegado en la ventana — Al parecer su hijo estudia en esa escuelita.

Rayos.

Me bajé y corrí en diagonal aprovechando la falta de carros. Iba a superar estas ocho calles como una campeona.

No iba a llegar tarde en mi primer día de clases.

La vibración en mi bolsillo delantero significaba llamada. Mientras corría, apreté el botón de los auriculares para contestar y:

—¡Vas a llegar tarde a tu primer día de clases!

Los gritos de Lucas, mi mejor amigo, tampoco me calmaban mucho.

Ajusté mi chalina y subí por las escaleras del puente peatonal. Estas calles eran metros y metros de puras mansiones. Malditos ricos con sus zonas poco comerciales.

—¿Acaso estás ahí? —grité enfurecida. Por favor que esté en camino y me de el alcance.

—Claro que sí, me dijiste que ibas a llegar media hora antes por tu charla bautismal o lo que sea.

—Charla de introducción —corregí bajando el puente. —¿Están Cari y Tim contigo?

Por fis, por fis, por fis.

—Nop. Tampoco quiero que estén conmigo.

Suspiré mientras esperaba una luz verde para cruzar. Lucas, Caridad y Tim eran mis mejores amigos. Ellos estudiaron el primer año en Abingdon el año pasado, mientras yo estaba en New Delphina.

El problema fue que perdí mucho contacto con Cari y Tim en mi "año de exilio", gracias a la pésima señal en las zonas rurales, y no lograba saber la razón de la actual enemistad de Lucas con ellos.

CrisálidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora