Nuevo ataque | cap 35

225 15 52
                                    

La brisa soplaba en el cabello de un vastaya quien se encontraba con sus ojos cerrados y su mente divagando en recuerdos, aquello que invadia día y noche su mente desde que había revivido, estaba agradecido con la vulpina por molestarse en cuidarlo durante meses con la espera de que abriera sus ojos, pero, al mismo tiempo sentía que lo había revivido en un infierno ya que para el el hecho de aceptar que el amor de su vida sería la esposa de otro que no fuera el realmente le dolía y no podía hacer nada evitarlo, comprendía que Xayah apenas se había aferrado a la idea de rehacer su vida, lo único que le importaba era la felicidad de la vastaya, la mujer que tanto amaba y por la que había dado todo desde un inicio, fue capaz de cambiar por completo solo para ella. Los malos hábitos de Rakan habían desaparecido cuando conoció a la vastaya, ella era su otra mitad y realmente estaba dispuesto a todo por ella, pero ahora era diferente, Xayah estaba en manos de aquel semivastaya que desde un primer momento estaba interfiriendo entre ambos causándoles una que otra discusión, pero ya no había nada que hacer ya que Xayah comenzó a amarlo y realmente le dolía verla así con alguien más, solía pedirle a Lilia que borrará sus sueños en dónde estaba con ella para no tener que seguir sufriendo por la vastaya que ahora era inalcanzable para el.

La vulpina observaba en silencio al vastaya detrás de un árbol con tristeza en su rostro, a ella también le dolía el hecho de que Xayah abandonará a quien realmente la amaba y daba todo por ella, estaba dispuesta a hacer todo lo que sea con tal de volver a unirlos, ya había ayudado una vez a Rakan a estar con ella y lo volvería a hacer sin duda, de pronto escucho que el vastaya la llamaba por lo que salió de sus pensamientos.

-Ahri se que estás ahí -hablo el vastaya viendo hacia la dirección en dónde se ocultaba la vulpina, está salió de su escondite para sentarse junto a el- Ahri escucha, se que te esforzaste mucho para traerme una vez más a la vida pero debiste dejarme descansar en paz, no tiene caso seguir, Xayah ahora va a casarse y solo la destruiré si me ve nuevamente.

-Tú debes estar con ella y por supuesto te ayudaré, escucha lo primero que tenemos que hacer.....

-Ahri -el vastaya la interrumpió en ese momento obligándola a verlo a los ojos, Rakan tenía su rostro serio- Xayah es feliz, es más que suficiente para mi, le pedí al hermano de Yasuo que acabe con mi vida y eso hará hoy, prefiero seguir descansando en paz en vez de lamentarme por perder al amor de mi vida ya está decidido -se levanto de aquel lugar dándole la espalda a la vulpina.

-Acaso estás loco? No puedes rendirte así como si nada, ella te necesita ha sufrido mucho por tu perdida y se que lo no demuestra porque acepto casarse con ese bastardo pero ella lo ve como una salida para iniciar una nueva vida sin lamentarse por nada -grito la vulpina.

-Porfavor, déjala ser feliz, ya no me necesita y sería bueno que dejaras de interferir en nuestra vida tu también, no se que ganas con todo esto pero ya quiero descansar en paz y olvidarme de Xayah de una vez -poco a poco se alejaba de la vulpina, está no tuvo más remedio que correr hasta el y detenerlo, se posicionó enfrente del vastaya con sus manos en el pecho de este y rápidamente antes de que Rakan reaccionara, la vulpina unió sus labios con los del vastaya quien comenzaba a hacer fuerza para alejarla pero era demasiado tarde, Rakan había caído en un sueño profundo y su cuerpo se encontraba totalmente inmóvil.

-Lo siento pero no me dejaste alternativa -comenzo a arrastrarlo con fuerza hacia el templo donde lo coloco en una cama y lo encerró en aquella habitación para evitar que intente matarse por su cuenta.

Por otra parte el semivastaya se encontraba recostado en su cama con la vastaya encima de el moviéndose lentamente mientras que el emitía pequeños gemidos de placer, que por supuesto la joven de cabellos dorados no tardó en escuchar mientras pasaba frente a aquella habitación y al hacerlo se quedó totalmente estática, no podía moverse pero para su suerte la madre del semivastaya había llegado en ese momento para cubrir los oídos de la joven con sus propias manos, realmente le molestaba que su hijo no supiera controlarse aún cuando hay visitas en la casa, por lo que con su semblante serio abrió la puerta dispuesta a regañar a ambos.

Todo por Amor | Xayah, Rakan y SettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora