La Esposa del Jefe | cap 28

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La vastaya estaba recostando sus brazos en el balcón de la habitación de Sett viendo atentamente las peleas que se daban en ese lugar, cada movimiento que daban lo grababa en su mente por si alguien día peleaba contra uno de esos tipos, así tendría prioridad a la hora de pelear, aunque cada paso que daban esos hombres se repetían una y otra vez, solo golpes, patadas, golpes y así, realmente no tenían otra forma de pelear? Era patético para la vastaya ver aquellas peleas, no eran rival para ella sin duda alguna, estaba pensando seriamente en pedirle a Sett que la dejara al menos pelear una sola vez para desahogar sus penas y comenzar a entrenar para el día que llegue la invasión de Noxus.

Mientras tanto el semivastaya revisaba cada pequeño lugar de la Fosa, asegurándose que todo estuviera en orden puesto a qué ya no confiaba en esa mujer con la que antes el solía acostarse por pura diversión, incluso reviso la caja fuerte a la solo el tenía acceso y dónde nadie sabía que estaba a excepción de sus secuaces, todo parecía estar en orden, eso era un alivio para el al ver qué todo estaba en su lugar, decidió regresar con la vastaya, era hora de irse de aquel lugar ya que necesitaba ir a la casa de la vastaya para llevar sus cosas, le hacía tanta ilusión vivir con Xayah de ahora en adelante, era lo que siempre había querido y realmente se alegraba por estar ganando la confianza de la vastaya y más aún, había hecho que se pusiera celosa, era adorable sin duda alguna una mujer más que perfecta, para el no habían palabras en el mundo que definiera lo que sentía hacia aquella vastaya. Estaba tan metido en sus pensamientos que no noto que una mujer de cabellos dorados lo acorraló contra una pared del lugar.

-Que demonios sucede contigo? -hablo la mujer que parecía estar furiosa.

-Y tu quien demonios eres? -luego de mirarla atentamente reconoció a la mujer, su gesto se torno algo extraño- Angie?

-Si así es, la misma Angie, te haz desaparecido por días, apenas regrese de mi viaje te dije que teníamos que vernos, cuando vine aquí Mirane me dijo que estabas en Noxus ayudando a una prostituta -hablo en un tono realmente irritante para el semivastaya, esa mujer siempre solía pagarle para que se acueste con ella, ya era demasiado fastidioso.

-No te interesa lo que haga ni mucho menos en dónde estoy, la prostituta aquí eres tú qué te crees que puedes ordenarme o reprocharme solo porque me pagas para fornicarte, no molestes -quito a la mujer de encima y siguió su camino hacia dónde estaba la vastaya, pero la mujer no se dió por vencida y volvió a acorralar al semivastaya besando sus labios y comenzando a apretar el miembro de Sett con sus manos, ante tal acto el semivastaya levantó su puño para golpearla, le importaba una mierda que fuera mujer, pero en cuanto quiso hacerlo está cayó repentinamente escupiendo sangre de su boca, el semivastaya pudo visualizar unas plumas que regresaron a su dueña, ahí estaba ella cruzada de brazos y sonriente hacia su asesinato- Xayah?

-Deberias tener cuidado con quién te acuestas, esa mujer iba a asesinarte -saco un cuchillo que tenía aquella mujer detrás de su ropa- la escuché hablar con unos hombres de que finalmente te mataría para quedarse con la Fosa, pero como siempre tengo que llegar y salvarte, no agradezcas -se paro justo enfrente del semivastaya sonriéndole tiernamente, este no pudo evitar tomarla de la cintura y besarla, esto no duró mucho ya que la vastaya se separó inmediatamente escupiendo hacia el suelo- agg tu boca apesta a prostituta, no me beses por ahora, lávate la boca.

-Demonios mujer como puedes encantarme tanto.

-Tal vez porque soy la única mujer de verdad que haz visto en tu vida, digo al estar rodeado de tantas prostitutas que quieren acostarse contigo -rio un poco ante tal comentario mirando al semivastaya.

-No cabe duda que tú serás mi esposa Xayah, realmente eres la mujer que necesito en mi vida -tomo nuevamente a la vastaya de la cintura atrayendola hacia el.

Todo por Amor | Xayah, Rakan y SettDonde viven las historias. Descúbrelo ahora