Me mantengo observando fijamente la taza de café que sostengo entre mis manos sin prestar mucha atención a los sucesos que ocurren a mi alrededor. A pesar de que han transcurrido dos largos días, en mi mente se repite una y otra vez la conversación que tuve a solas con Roger.
—¿Estás diciéndome que Cooper, el Cooper que conozco, estaba enamorado de la ex esposa de Ian, su mejor amigo? —la pregunta salió de mis labios sin poder creer lo que significaban esas palabras.
Estaba escéptica a considerar que era cierta esta nueva confesión, admitirla sería desencadenar demasiadas posibilidades, y no quería que esto fuese así, ni por Cooper ni por Ian.
—Ojalá fuese toda una mentira—contesta Roger con un suspiro—, Pero es la pura y cruda realidad.
—¿Cómo puede ser eso posible?
Sé que debí detenerme, no preguntar más, cada vez que descubro algo nuevo solo logro confundirme más. Sin embargo, necesito saber, no puedo explicar el porqué, pero tampoco podía dejarlo todo hasta aquí.
—Cuando éramos más jóvenes, íbamos todos juntos a la escuela en la ciudad, siempre fuimos muy cercanos: Melanie, Diana, Cooper, Ian y yo. Mel siempre fue una belleza, atraía las miradas por donde sea que pasase, poseía un encanto natural, no se puede culpar al pobre Cooper por haber caído enamorado de ella. —Roger suelta una ligera sonrisa, como quien recuerda viejos y buenos tiempos—. Mel se dio cuenta de ello y no dudo en aprovecharlo, hacía que el pobre chico hiciese de todo por ella dándole día a día falsas esperanzas. No obstante, Mel siempre fue una niña malcriada, quería posición, dinero...y quien le podía aportar todo eso era Ian, no Cooper.
—¿Me estás diciendo q-que? —Las palabras se atoraban en mi garganta; era una historia horrible la que estaba escuchando—¿Me estás diciendo que Ian se casó con Melanie a pesar de los sentimientos que tenía su amigo por ella?
No podía creerlo, no quería creerlo...Desde que los vi juntos por primera vez, cuando Cooper fue a buscarnos al aeropuerto, no dude ni por un instante del afecto y cariño que se tenían esos dos...más que amigos eran hermanos. Me niego a considerar que mi vikingo diabólico fuese capaz de un acto así...pero una parte de mi mente repitió las mismas palabras que viene diciéndome desde que le conocí: «No sabes nada de él». Mis pensamientos deben verse reflejados en mi rostro porque Roger rápidamente aclaró todo.
—No, ni pensarlo, Ian jamás haría eso. —La sensación de alivio me embarga—. Era el único del grupo que no sabía que Cooper estaba completamente enamorado de Mel, la muy bruja jugo bien sus cartas para que este nunca se enterara. Cuando llegamos a la universidad comenzó a acercarse más a Ian, mostrando todos sus encantos, Ian no se negó, no es que la amase—aclara—, Sino que su necesidad de esposa lo superaba, aunque creo que realmente la llegó a querer. Cuando Cooper se enteró de que se iban a casar, confirmó lo que en el fondo siempre supo: Mel lo utilizó. Ian en su desconocimiento le pidió que fuese el padrino de la boda, pero él se negó. Su amor hacia Melanie se transformó en desprecio; no por celos, sino por el simple hecho de haber jugado con dos amigos al mismo tiempo. En el período que duro el matrimonio de Ian con Mel, Cooper solo venía a la hacienda a trabajar, muchas veces vi como Melanie intentaba atraerle; no obstante, creo que este ya la odiaba demasiado y respetaba mucho a Ian como para volver a caer en esos engaños...
Luego de esa pequeña conversación, Cooper e Ian regresaron a la hacienda, imposibilitándome que pudiese hacerle más preguntas a Roger. Esta historia me había confundido aún más, pero también aclaró algunas cosas. Recuerdo cuando Cooper, el primer día que trabajamos juntos, me dijo: «...todos en la finca sabíamos que Mel no era exactamente el dulce caramelito de miel que deseaba hacernos creer. Era una perra en todo el sentido de la palabra, una caza fortunas, no dudaba ni por un segundo en coquetear con cuanto trabajador viviese en la hacienda...». ¿Se habría estado haciendo referencia a él mismo? ¿Sería esa una de las diferencias que decía que existía entre los tres amigos? Las preguntas surgen en mi mente una detrás de otra sin descanso. ¡Mierda! Si realmente Melanie era así no es de extrañar que la quisieran muerta, solo había un problema ¿Por qué culpar a Ian del asesinato? Quizás el objetivo no era incriminarle, quizás solo estaba en el lugar equivocado en el momento incorrecto, quizás solo querían librarle de una mujer así...tantos quizás. Supuestamente Ian salió ese día a beber con Roger, talvez el verdadero culpable ni siquiera esperaba su regreso tan temprano o aprovechó su estado de embriaguez para que no se enterase de nada. ¡Dios! Las posibilidades no paran de llegar a mi cabeza.
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OJALÁ...
RomanceÉl necesitaba una esposa, ella necesitaba dinero. Enamorarse no era una opción...pero el destino tenía otros planes.