//𝑡𝑟𝑒𝑖𝑛𝑡𝑎𝑖𝑢𝑛𝑜//

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Las dos menos quince fue cuando el castaño reviso su celular, muchas llamadas y mensajes de su madre lo hicieron ponerse un poco nervioso.

Le dijo a su madre que se habían ido a las una de la madrugada a la casa de Kat y que se quedó dormido por eso no había respondido, en cuanto le envió el mensaje le aviso a Kat que, si alguien preguntaba, él estaba con ella y se iba a quedar a almorzar, Kat le dijo que no había problema y que hablaría con sus papás si es que su mamá llamaba.

Los papás de Kat eran geniales, se preocupaban mucho por Kat pero al mismo tiempo le daban bastante libertad y si el castaño les pedía ayuda con esto de seguro lo ayudarían, después de regañarlo un poco por ser irresponsable y no haberle dicho nada a su madre. Louis ya era prácticamente parte de la familia.

El rizado le dijo que se fuera a bañar para que almorzaran así que fue a ducharse en silencio. Todavía tenía ganas de llorar así que no estaba hablando mucho cuando salió del baño se dirigió a la habitación y se encontró con Harry el cual estaba mirando por la ventana mientras se rascaba en la parte donde siempre tienes las pulseras, Louis fijó su vista en la muñeca y vio la piel irritada, se acercó pero Harry se acomodó las pulseras y lo miró.

-¿Listo?- preguntó el rizado, Louis lo miró y luego volvió a fijar la vista en su muñeca, Harry miró esta y volvió su vista al menor. -¿Qué?-

-Tu brazo... ¿Qué tiene?- preguntó acercándose.

-Nada...- Louis se siguió acercando y le agarró el brazo, este intento quitarlo. -¡Louis!-

-¡Déjame ver!- reclamó el menor y le corrió las pulseras. No se lo esperaba, varios cortes algunos ya se veían blancos y otros no deben ser de hace más de dos semanas. Su ojos se estaban empañando por las lagrimas una segunda vez en el día. Harry suspiró y se soltó bruscamente del agarre del menor, corrió al menor a un lado y se sentó en la cama volviendo a suspirar, Louis se quedó unos segundos mirando la ventana y luego se giró donde Harry para sentarse al lado de él.

¿Cuales eran los problemas que hacían que Harry hiciera esto? Louis quería saber y no por ser metiche si no, porque Harry le importaba.
Los dos estaban bastantes jodidos. Uno sin autoestima, que no come y el otro que quiere desaparecer, y hacer puras estupideces para olvidar sus mierdas.

-¿Por qué?- preguntó el castaño tímidamente.

-No te interesa Louis- dijo con tono molesto.

-Si me interesa- dijo mientra que Harry negaba con su cabeza.

-¡No...!-

-¡Sí, Harry!- una salada lagrima recorrió su mejilla y Harry lo miró. -Yo te conté algo que nunca le conté nadie- murmuró muy bajito, Harry suspiró.

-Tengo diecinueve, me crie en un hogar abusivo, mi padre está en la cárcel y a mi madre le importo una mierda, siempre está trabajando- se encogió de hombros y Louis sentía su corazón latir muy fuerte. -Sólo quiero- suspiró. -No tengo ninguna incentivación, no puedo pensar en una universidad porque no tengo el dinero y mis notas son muy bajas para tener una beca- se relamió los labios y a Louis le corría otra lagrima por su mejilla. -Cuando me intenté... suicidar a los trece, estuve inconsciente y... fue todo tan fácil, todo tan simple hasta que desperté y... mi madre estaba tan enojada, yo no lo entendía, ella no estaba enojada porque quisiera quitarme la vida, si no porque tendría que pagar lo del hospital- Harry dijo mientras negaba con la cabeza y Louis se mordía el labio inferior para no largarse a llorar. El castaño no podía creer que Harry no quisiera seguir con su vida siendo tan joven, no podía permitirse dejar que Harry acabara con su vida algún día, quería ayudarlo, quería que nada malo le pasase. -No me interesa estar aquí, a nadie le importa una mierda lo que haga con mi vida- antes de que siguiera Louis habló.

𝐵𝑎𝑏𝑦, 𝑊𝑒 𝑀𝑎𝑑𝑒 𝐼𝑡 // 𝙻𝚊𝚛𝚛𝚢 𝚂𝚝𝚢𝚕𝚒𝚗𝚜𝚘𝚗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora