Ella nos sonríe con elegancia.
Después, Raguel da un paso hacia atrás para permitirle acercarse al podio y escuchar lo que vaya a decir. Todos la seguimos con detenimiento, es tan impresionante que se siente como si estuviéramos hipnotizados por sus movimientos.
Coloca sus manos sobre el mármol y suspira con calma:
—Es un placer volver a encontrarnos— dice, su voz es suave, cálida, justo como me imaginé que sería.— Recuerdo que la última vez que nos vimos fue el día antes de ir a batalla, ha pasado un tiempo desde eso...me doy cuenta que muchos...están faltándonos.
Una sensación extraña me llena el pecho al escuchar lo último, de repente, me siento absolutamente fuera de lugar por esa simple oración, y aún si no soy capaz de percibir lo que sienten los tres demonios al otro lado de la estancia, sé que ellos también. O al menos, sé que a Azazel le pasa lo mismo.
¿Por qué? Pues porque nosotros fuimos el motivo por el cual ya no están, se siente extraño ahora estar todos aquí, pretendiendo todo el asunto de la alianza cuando la sangre ya fue derramada.
Trago saliva
—Pero también, nuevas personas nos acompañan— agrega con completa naturalidad.— Por eso hoy estoy de regreso, hay muchas cosas que me he perdido y voy a quedarme los siguientes días para poder hablar de ellas. Y con ellas, también.
En seguida sé que se refiere a mí con eso.
Y por poco me orino en los pantalones al pensar en tener una conversación con literalmente quién creó...todo.
—Bueno, agradezco la calurosa bienvenida, pero no quiero hacerles perder el tiempo con sus labores. Más tarde podremos hablar más.
Entonces, Madre hace un gesto corto con la cabeza, y es suficiente para que los ángeles entiendan que pueden retirarse.
Me doy cuenta que muchos hacen una leve reverencia antes de comenzar a abandonar la habitación, y suelto lo que se siente mi vida entera de aire.
—Wow... — digo bajo mi aliento al tiempo que observo como se gira hacía los arcángeles, los seis la reciben con una sonrisa genuina en el rostro.
Miguel se ríe a mi lado:— Es impresionante, ¿no?
Me volteo hacía él, aún anonada con lo que acabo de presenciar:— ¿Por qué a nadie se le ocurrió decirme esto antes?
Él se encoge de hombros:— Nunca preguntaste.
Sacudo mi cabeza, este giro a la historia es demasiado interesante, más de lo que pensé que sería. En especial, porque si los de mi mundo lo supieran, perderían la cabeza.
—Creo que...solo lo olvidé.— digo, en medio de un suspiro de frustración. No sé cómo nunca se me pasó por la mente preguntar por quién comandaba el Cielo, o si es que siquiera las historias contadas eran reales.
Miguel sonríe y coloca una mano en mi hombro, sobándolo a modo de confort: —No te frustres por eso, al menos, ahora lo sabes. Alguien de tu mundo viviendo con esa información debería sentirse privilegiado.
Asiento con mi cabeza, porque es exactamente lo mismo que pienso; abro mi boca para decir algo, pero justo en ese instante, un carraspeo irrumpe nuestra conversación.
Levanto la mirada para ver de quién se trata, pero casi no necesito hacerlo, porque podría reconocer ese aura en cualquier lado. Sin embargo, cuando lo hago, aún siento una presión extraña posicionarse en mi pecho al encontrarme con el demonio que ha puesto mi vida patas arriba con tan solo su existencia.

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PERDICIÓN (#2)
FantasySECUELA DE ''DESTRUCCIÓN'' ''El dorado de su iris luce despiadado, la sangre que salpica en su rostro y alas la hacen ver más siniestra, más aguerrida, más letal... En medio de la brisa, y de toda la tempestad, nuestros ojos se encuentran, y el vací...