This Sh*t Isn't What You've Been Looking For || ATEEZ || pt.I

«I Wish» pt. 2

MJ: tengan mucho cuidado, llámenme cuando lleguen y por favor, por lo que más quieras, no conduzcas como salvaje, Jeong Yunho — pidió abrazando a ambos chicos — voy a extrañarlos mucho.

PJ: solo se van una noche, amor — rodó los ojos y sonrió levemente.

MJ: una noche es mucho tiempo, Yunho — se quejó mirando mal a su esposo.

YH: debemos irnos ya si no queremos llegar tarde, vamos osito — tomó las maletas de ambos y caminó hacia la puerta.

JH: adiós, señores Jeong— se despidió con una sonrisa antes de seguir al mayor.

Cuando ambos chicos salieron del apartamento, Yubin dejó salir un chillido de emoción, su esposo la miró con una sonrisa.

MJ: ¡¿Escuchaste eso?! ¡Ahora solo le dice osito! — gritó dando pequeños saltos.

PJ: si, mi amor, lo escuché — respondió sonriendo.

MJ: ¿Podemos hacer que Jongho se quede más tiempo? — preguntó mirando a su esposo con ojitos brillantes.

PJ: veré qué puedo hacer, mi vida — respondió pensando cómo cumplir la petición de Yubin.

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JH: ¿A donde vamos? — preguntó cuando salieron de la ciudad.

YH: es una sorpresa, osito, lo verás cuando lleguemos — respondió sonriendo.

JH: ¿Es muy lejos?

YH: queda como a dos horas.

JH: ¿Me puedes dar una pista?

YH: nop.

JH: por favor — el mayor lo miró con una ceja levantada — una pequeña.

YH: no, y no me hagas ojitos, no te voy a decir — volvió su mirada a la carretera.

JH: p-pero...

YH: pero nada, osito, espera a que lleguemos.

El pelimarron terminó por resignarse a que Yunho no le diría cuál era su destino, ambos se quedaron en silencio, lo único que se escuchaba era la música en la radio. Casi a la mitad del trayecto, Yunho se dio cuenta de que su Osito se había quedado dormido con la cabeza apoyada en la ventanilla, estacionó el auto y se quitó su suéter para hacer una especie de almohada para que Jongho no se golpeara la cabeza contra el cristal, cuando se aseguró de que está cómodo, volvió a conducir.

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YS: SeongHwa, vamos al centro comercial — ordenó entrando a la habitación donde se quedó el pelinegro, se sorprendió al ver la cama hecha y ni rastro de Park — ¿SeongHwa?

Lo buscó en el baño y tampoco estaba, además no veía su maleta o alguna de sus cosas. ¿Se habrá ido? El rubio esperaba que no, al menos, no creía que SeongHwa hubiera decidido irse así nomás sin despedirse ¿O si?

Decidió seguir buscándolo por el resto de la casa, pero entre más buscaba, más preocupado se sentía porque todo parecía apuntar a que Park se había ido.

YS: se fue — murmuró para si mismo cuando ya no quedaban más lugares donde buscar.

Aunque sabía que las posibilidades de que SeongHwa no se hubiera ido eran casi inexistentes, siguió buscando hasta en los lugares más tontos como el refrigerador o bajo los cojines del sillón, se negaba a creer que el pelinegro se fue sin despedirse de él.

X: buenos días, joven Yeosang — el nombrado dirigió la mirada al jardinero, quién, como cada sábado, estaba cambiando las flores de los jarrones.

YS: buenos dias, señor Oh — saludó pensativo — ¿Por casualidad vió a un chico pelinegro salir hoy?

X: hace como media hora, cuando estaba cortando las flores — respondió acomodando los pétalos.

YS: entiendo, gracias, sé que mamá amará esas flores.

El rubio volvió a la sala y se dejó caer dramáticamente al sillón, sentía sus ojos picar pero se negaba a llorar porque ese estúpido de fue sin despedirse y lo dejó solito en una casa demasiado grande para una persona.

YS: estúpido SeongHwa — dijo restregando sus ojitos con la manga de su suéter.

SH: primero que todo, buenos días — el rubio se puso de pie tan rápido que casi cae al suelo.

YS: ¡SeongHwa, no me dejaste! — gritó emocionado corriendo al pelinegro para darle un abrazo.

SH: ehm, no ¿Por que lo haría? — preguntó confundido, pero correspondió el abrazo con algo de dificultad debido a las bolsas que lleva.

YS: ¿Donde estabas? — preguntó alejándose solo un poco para poder ver el rostro del mayor.

SH: sé que el desayuno es importante para ti y pensé preparar algo pero tú madre me matará si quemo su cocina así que mejor fui a comprarlo en una cafetería — explicó sonriendo enternecido — también te traje gomitas.

YS: eres un idiota — sonrió ampliamente y abrazó con más fuerza al mayor — ¿Por que no me avisaste? Pensé que te habías ido, tu maleta tampoco estaba en la habitación.

SH: lo siento, Yeosangie — se disculpó disfrutando el abrazo — estabas dormido y no quise despertarte, pero no volverá a pasar.

YS: está bien — se separó del abrazo — vamos a desayunar.

SeongHwa siguió a Yeosang hasta la cocina, el pelinegro no podía estar más feliz por la reciente demostración de afecto del menor, mientras el rubio pensaba que invitar a SeongHwa a quedarse con él fue una gran idea, ambos se sentían muy cómodos el uno con el otro y disfrutaban de los pequeños momentos que compartían juntos.