Se dice que los polos opuestos se atraen, pero en muchos casos, chocan y todos las conocemos, o quizás de una forma diferente a la que se podría contar en una historia.
Natalia era la clásica jefa introvertida, prefería mantener su orgullo antes que dar su brazo a torcer y todas sus secretarias renunciaron por lo mismo, porque nadie aguantaba esa extraña forma de ser de la castaña que tuvo la obligación de encontrar una nueva empleada.
A Makis.
Y si, se podría decir que Makis tenía momentos serios, pero si se sentía en confianza, era capaz de hasta coquetear pero... pasará con su jefa? O solo se molestaran entre las dos?
》Narra Makis《
Acomodé mi falda, mientras me ponía la blusa más clásica que tenía, besando la mejilla de Federico, mi novio desde hace más de tres meses, quien solía venir algunas noches que sentía que algo malo me iba a pasar y yo solo aprovechaba para dormir abrazada a él, así siempre me reprenda por dejarle una molesta erección y no hacerme cargo.
- Buenos días señora Afanador, gusta de un café?- Abrió la puerta de su despacho entrando sin ni siquiera un "hola".
Mi jefa, la famosa Natalia Afanador, quien era un hielo en persona y al mismo tiempo, debajo de ese semblante frío podía ver a un tierno cachorrito esperando amor.
- María Cristina, cancela la reunión con Sony, diles que me envíen su propuesta por correo y nos comunicaremos si estoy de acuerdo.- Asentí anotando rápidamente.- Llama a mi estilista y agenda un turno para mi madre lo antes posible.-
- Café?- Negó quitando sus gafas.
- Tu café no proviene de Indonesia y yo solo bebo ese.- Lancé un leve suspiro.- Llama a Olga y pregúntale por las indemnizaciones, si están listas redacta contratos de despido para los que ella te nombre.-
- Hará un recorte?-
- No, se irán de vacaciones.- Me miró mal y solo pude sonreír, saliendo rápidamente.- Una última cosa.- Levanté mi cabeza.- Pide Kopi Luwak para que llegue a mi casa.-
- Puedo ir al supermercado por más café.- Cerró la puerta en mi cara, rodando mis ojos antes de hacer todo lo que había pedido, almorzando rápidamente, mientras ella no salía de su oficina, notando como Olga me traía lo importante, sonriendome como siempre.
- Está de humor?-
- Nunca lo está, señorita Vives.- La misma aumentó su sonrisa.
- Creo que le falta que alguien le mueva un poco el trasero y que deje de ser tan tacaña.- No pude evitar reírme con ella.- Iré a almorzar, quizás consigo algo ahí.-
- Dudo mucho.- Formó una mueca.- No salió en toda la mañana y creo que cancelará las demás reuniones y reprogramar otra vez ya no parece gustarles a los demás empresarios.-
- Ella sabe jugar sus cartas, irá hasta que se cansen y ahí invertirá.- Sonreí levemente, ella solía ser una de las empresarias más reconocidas del mundo así su empresa esté ubicada en Nueva York.
Y yo era su secretaria.
Pero se me hacia extraño que solo la visiten Olga o Camila, nunca una mujer con llamativos pechos descubiertos para entretenerla, todos eran empresarios y amigos o familiares cercanos.
- Señorita De Angulo.- Quité mis gafas rápidamente, así este llamándome por el teléfono.- Olvídalo, puedes irte Makis.- Nunca me llamó por mi apodo y su voz nunca fue tan suave, como si suplicara algo.
Golpee la puerta antes de entrar, acercandome lentamente, notando como su cabeza estaba escondida entre sus manos y su cuerpo temblaba.
- No debería estar aquí, pero puedo abrazarla, si quiere contención.- Agachó su cabeza, secando rápidamente sus lágrimas.
- No es nada.- Me acerqué lentamente, buscando la manera de abrazarla, sintiendo como ella se resistía, hasta que simplemente se dejó envolver, sentandome en sus muslos, abrazandola fuertemente.- No volverá a pasar.- Acaricie su cabello, notando como sus ojos estaban cerrados.
- No me molesta.- Susurre sintiendo como no aflojaba ni siquiera un poco su agarre.
- Odio esto.- Sonreí levemente.- Y más contigo, con cualquier empleado.-
- Y si hasta que se sienta mejor simplemente olvida nuestros puestos? Nadie entrará aquí y mucho menos nos verá así.- Asintió dejando su cabeza en mi pecho, dejando un suave beso en su cabeza, mientras sus temblores se hacían míos, cerrando mis ojos por un momento.
- Que estupidez hago.- Se alejó rápidamente, haciendo lo mismo.- Ya puedes irte y olvida lo que pasó, fue una...-
- No le voy a restregar en la cara un simple abrazo.- Levantó su cabeza, notando cierto dolor.- Y entiendo que le cueste, pero creo que hay ciertas acciones que hacen que la conozca y sepa cuando quiere algo.-
- Quiero una vida perfecta, sabes eso también?- Sonreí aún sin abrir la puerta.
- Sé que quiere algo para sentirse perfecta, pero la vida de nadie es perfecta y muchas cosas deben cambiar en usted para poder empezar con una sonrisa.-
- Sé sonreír.-
- Pero parece haberlo olvidado.- Se puso de pie, acomodando su saco, mientras guardaba sus cosas.- O evitarlo, como evita hacerse cargo cuando sabe que alguien tiene la razón.-
- Sabes por qué te evito?- Alcé mis cejas, a la espera de que lo diga.- Olvídalo, sería demasiadas burradas de mi parte.- Me miró fijamente, antes de salir del lugar, saliendo junto a ella para que ponga seguro, notando como comenzó a llover, mientras bajabamos por el ascensor.- Tiene cómo ir a su casa?-
- Puedo correr.- Negó lanzando un pesado suspiro.
- Te llevaré.-
- No hace falta.- Susurre sonriendo.- A veces, correr bajo la lluvia es una forma de descargar todo lo que viene pesando.-
- No descargo de esa forma.- Sentí su cercanía.- Te voy a llevar porque como te enfermes y faltes un día todo se atrasa.- Rode mis ojos, teniendo su mirada fija en mi.
- De qué forma descarga usted?- Quitó su corbata, abriendo los primeros botones de su camisa.
- De la forma que me está tentando a hacer.- Frunci mi ceño.- Encima eres inocente, carajo.-
El chófer estacionó a las afueras de mi edificio, sin ni siquiera despedirme cuando bajé, caminando tranquilamente, sin darle importancia a mojarme, moviendo mi mano cuando estuve dentro, notando cierto enojo en ella.
Supongo que había sido bueno el hecho de que se haya dejado abrazar por alguien.
Pero al mismo tiempo, bueno para qué?
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Polos Opuestos- (Ventino) [Makia]
FanfictionSe dice que los polos opuestos se atraen, pero en muchos casos, chocan y todos las conocemos, o quizás de una forma diferente a la que se podría contar en una historia en la que parece imposible enamorar a tu jefa. Pero quizás, para Makis no es impo...