Antonella sólo deseaba un poco de libertad en su vida, su padre los había abandonado y se había hecho un hogar lejos de ellos. El orgullo la hizo huir, pero jamás imaginó que aquello destrozaría su vida, tanto que jamás volvió a ser la misma, ya no era la dulce e inocente chica de 17 años que había escapado de Valdivia, ahora era fría y temerosa de los hombres, Hasta que conoció a Igor Montero, un viudo con tantos problemas y con un pasado lleno de ataduras como ella. Decepcionado de la vida, se va a una ciudad nueva para poder olvidar a su fallecida mujer, y cuando conoció a Antonella, creyó jamás haber conocido mujer más testaruda que aquella. Pero lamentablemente no la podía sacar de su cabeza, era inevitable ver esa mujer y no sentir nada.