West estudia enfermería y trabaja, pero a un costo que es preferible abstenerse de explicar. Es buena persona, pero su apariencia similar a la de un reo no es de mucha ayuda. La persona que más amaba murió. Y no sabe del paradero de su hermana hace tres años. Si es que llega a fin de mes, arrienda en un edificio prácticamente abandonado, donde el único vecino amable parece ser un perro tuerto. Le gusta bailar, pero está tan ocupado que ni recuerda esto. En fin, que no tiene donde caerse muerto. Noni sabe todo sobre plantas, aunque entiende poco sobre las personas. Él y West se llevan muy bien, pero realmente no tienen nada que ver. Aún así, de alguna manera el mundo conspira para que se hallen a solas, para que queden accidentalmente en posiciones indebidas, para que busquen mutuamente la ayuda y el tacto del otro. Conspira para que compartan momentos y emociones que prontamente pondrán en aprietos a sus sentimientos. Esta historia es completamente de mi autoría, quedan estrictamente prohibidas las copias o adaptaciones sin mi permiso ©
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