«¿Quien es la presa? ¿Quien es el cazador?» Kang Hael pensaba que no había nadie tan encantado con alguien como ella lo estaba por esa coreana de ojos oscuros y tímidos. Las múltiples heridas en su cuerpo y su inhabilidad de hablar le advirtieron tardíamente que incluso los roedores pueden ser los más peligrosos cuando están contaminados por dentro con un oscuro y pesado veneno llamado obsesión. ® Está prohibido la copia parcial o total de este contenido sin el previo consentimiento del autor.