Juan Solarte se divorció hace semanas de su queridísima esposa en una noche para el olvido. Hoy, luego de divagaciones mentales y llorar por tres horas seguidas, concluye encumbrar su vida hacia una decisión inexorable: amar y seguir amando para no perpetuarse en la soledad. Editado por Laura Medina Escrito por Eduardo Ramirez Todos los derechos reservados. ©