Capítulo 25

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«Instrucciones a seguir:

Querido amigo, escribo esto con la necesidad de recibir tu ayuda prontamente. He tenido una revelación de las que siempre decía mi madre cuando buscaba problemas, y ahora, no quiero ignorar ese llamado porque sería traicionarla, ya que ella está feliz en el cielo y no quiero más que descanse en paz. También debo decirte con franqueza que llevas mucha razón desde la última vez que conversamos. Estefanía parece ser una mujer demasiado hermosa cuando la miro con mis ojos, pero no estoy seguro si el mundo ve en ella tal belleza, tales atributos; por ello, últimamente he estado pensando en una serie de eventos que me han dejado perplejo, por así decirlo, y no siento que esté tan bien reprimirme, porque asumo que mi enamoramiento tiene o tendrá que relacionarse con mi incapacidad para crear un escenario de juicio ante ella.

» Sucede algo preocupante con Estefanía, y solo mediante estos versos puedo contártelo, porque estoy seguro de que esta mujer, tiene aspectos macabros que revelan concordancia a un lugar que no alcanzo a divisar con entendimiento, pero si he sentido desde la fuerza del espíritu. Por ejemplo, en momentos, la consigo en mi cuarto rezando incoherencias con un collar de figuras cadavéricas y rostros sanguinarios. Otro día, pude observar como hacía un círculo en el piso con un polvo extraño mientras batía una paila que nunca había visto en casa con el cucharón de la cocina. Eran como ungüentos de medicina mezclados con ingredientes funestos que brillaban más que una estrella, y todo parecía ser una sopa para dar a cuervos. El olor también era asqueroso.

» Iré al grano. Por favor necesito que vayas a mi casa y revises el cuarto de Estefanía. Por si no lo sabías, el cuarto de huéspedes donde dormías, era el que ella utilizaba para elaborar sus cuestiones raras. Y cuando estuvo de viaje, guardó adentro de la puertecita negra que está al otro extremo de la cama, la totalidad de los brebajes y plantas medicinales que utilizaba "supuestamente" para aromatizar la casa y crear afrodisiacos para nuestra relación.

» El cuarto que está luego de esa puertecita tiene la clave de todo, ábrela como puedas, no importa si la rompes, quiero descubrir que hay en ella. Créeme que estoy cansado de mirar todo esto e ignorarlo, ya es demasiado y no puedo seguir enamorado cuando hay cosas tan notorias. Intenta buscar pistas de qué cosas se ven, verifica si puedes o si existe un camino oculto o algo así, volveré con ella en unos días, así que tienes tiempo suficiente para resolver esto. Dependo de ti. Mi vida depende de ti. Por favor, no me dejes solo Juancho, confío en ti.

» Posdata: las llaves para entrar a la casa se encuentran en el segundo matero de afuera, el que está encima del viejo muro, ahí enterradas en la arena. Gracias por adelantado».

Solarte, justo después de leer con detenimiento la carta de James, sintió un imponente déjà vu que lo inmiscuyó en la posibilidad de hacerse imprescindibles teorías sobre Estefanía. Nuevamente, recordó a su amigo, se imaginó el desespero y la gran locura que vivía un enamorado cuando no sabía a qué precio cultivaba un amor, pero al instante olvidó aquello, afianzándose en la confianza de saber que era un hombre recuperado y dispuesto a plenitud para ayudar a sus personas amadas.

(...)

Cuando iba de camino, pasó cerca del hospital del sur, donde decía Alexis que se recuperaba Mauricio. Echó un vistazo al tiempo que tenía presupuestado y le sobraba para visitar a su mejor empleado, no obstante, siguió de largo. Tiempo después se preguntaría por qué lo hizo, pero no era el momento.

Una hora después afloraría delante de la puerta del hogar de James, y pronto su corazón se trastornó en sus cinco sentidos, pareciéndose a un chicle que era mascado con rudeza y sin devoción.

Solarte configuró en aquel momento una horrible estancia, pues recordó las querellas que había sufrido antes producto de su imborrable separación. Después, una sonrisa emergió de sus entrañas con el imprudente retrato del cuerpo de Jazmín y su tierna pasión, y así pudo olvidarlo. Luego tuvo un repentino impacto en su cabeza: rememoró también los días que James le había sido paciente sin medida para su recuperación en la cloaca más infernal del desamor, y entendió que le debía gran parte de su renacer. Encontró la llave en medio de la tierra tal como le dijo y entró con intachable decisión.

El caótico arte de amar demasiadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora