Yako era su nuevo nombre, el nombre que lo bautizo en aquel mundo plagado de muerte y de venganza. Tras la muerte de su familia, deseaba una sola cosa: hacer pagar con su sangre a su enemigo. Sin embargo, en su camino a la venganza, no contaba con que su rival tuviese una hija, una hija que lo haría por un instante olvidarse de su objetivo...