René Castillo era un chico de 17 años, estudiante aplicado e hijo ejemplar, pero detrás de esa fachada de niño bueno había un gran secreto. Era homosexual. No se avergonzaba de su orientación, pero tampoco podía andar gritándola a los cuatro vientos y, además, debía disimular con las personas de su entorno. Su madre, por ejemplo. La cual era del pensamiento "¿Qué dirán los demás?". Y después, su mejor amigo, Damián Zamora, capitán del equipo de futbol del colegio donde concurrían juntos. René sentía cosas por ese joven de ojos marrón chocolate y sonrisa encantadora. ¿Cómo confesarle lo que sentía? Pues el miedo al rechazo lo paralizaba... Autora: Gaby González.