Sin darme cuenta te amé - Capítulo 5

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Hola, buenas tardes, aquí les traigo la continuación de está historia. Espero que les guste, déjenme saber en comentarios, qué les gustaría que sucediera en el próximo capítulo. 

Que tengan una buena lectura:

Y juro que mi corazón está saltando de la alegría pero, no le permitiré que el vea cuan fácil la tiene conmigo. Tendrá que compensarme todos estos malos años que pasé a su lado. Y juro que cuando pague, seguramente le daré una nueva oportunidad conmigo.

-Tendrás que esforzarte mucho esteban, tanto merito no te será para nada leve (Mirándolo desafiante) No te saldrá barato tanto daño que me has causado.

Continua... 

- No pretendo que lo sea María, sé que te he lastimado demasiado y juro que tratare con todas mis fuerzas compensar tanto mal. Sube, te llevaré a casa de tu madre- me abrió la puerta del auto para que subiera. El silencio reinó dentro del auto, la tensión se podía respirar en el aire. 

La noche en casa de mi madre no estaba siendo lo mismo que pasar cada noche en casa de Esteban, di vueltas casi toda la noche en la cama. Al final me di por vencida y me quede mirando toda la noche a la ventana, algo extraño se veía al costado de la casa. Era un auto de color negro que no lograba reconocer debido a la obscuridad. La del conductor se abrió y un hombre bajo de mismo, se estaba estirando, pude deducir que estuvo allí un buen rato. Me quedé observándolo y cuando se enderezo me di cuenta que era Esteban quien estaba allí afuera de mi casa, pasando la noche en su auto. No lo entiendo pero, no pienso bajar a preguntárselo. Me recosté nuevamente y al instante me quedé dormida, quizá porque sabia que Esteban estaba cerca. 

A la mañana siguiente me desperté y lo primero que hice fue mirar por la ventana, él ya no estaba, quizá fue solo una ilusión y él nunca estuvo ahí. Me encontré algo desilusionada al no verlo. Me senté a desayunar y llame a mi antiguo trabajo el cual tuve que dejar a causa de mi "esposo". Me puse feliz al saber que aún tenían un puesto disponible para mi. Me metí a bañar y me vestí informal pero bonita. 

 

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Salí de casa de mi madre feliz, llegue a mi trabajo y mi jefe me saludó con dos besos en las mejillas acompañados de un abrazo. Tal como lo hizo siempre. Nos dirigimos a mi puesto de trabajo a lo cual el me guió con su mano sobre mi cintura. 

-María- escuché una voz fuerte y ronca a mis espaldas, y por el tono está enojado. Me giro con una sonrisa y Esteban está detrás mío y muy serio. 

- Esteban, ¿qué haces aquí? -me dirigí hacia él. 

Narra Esteban

Cuando llegue a la casa luego de dejar a María en casa de su madre, fue como entrar en una casa hecha de hielo, todo era frío, el calor que María le proporcionaba a esa casa ya no estaba. Me dirigí en medio de la noche a casa de su madre, mi intensión era llegar y rogarle que regresara conmigo. Pero, al llegar no pude, estacioné mi auto fuera de su habitación, y todas sus palabras llenas de dolor invadieron mi mente, no me atreví a llamar a la puerta, pase toda la noche ahí, en la mañana fui a darme una ducha y cuando regrese, llamé a su puerta y su madre me dijo donde encontrarla. 

Al llegar a su trabajo, la vi con la mano de ese tipo sobre su cintura y los celos que sentí al verla en brazos de otro no puedo explicarlos, son sentimientos que jamás he experimentado. 

- !María! - la llame y ella se giro con una sonrisa hermosa, toda ella estaba preciosa. Sus senos se asomaban por el escote que tenía. Cómo no pude ver la mujer maravillosa que tenia en casa, no entiendo cómo pude ser tan idiota para rechazarla. Ella se acercó a mi lentamente, con una sonrisa, pero en sus ojos pude visualizar un brillo que no sabia si era de felicidad o de ganas de matarme. 

- Esteban, ¿qué haces aquí? 

- Vine a desearte éxitos en tu primer día, amor - hice énfasis en la última palabra para que aquel tipo supiera que ella me tenía a mi. No pude controlar mis celos y la tomé de la cintura acercándola a mi cuerpo, sus manos se posaron sobre mi pecho y sentí que me quemaban, la miré a los ojos y brillaron, la sujeté de la nuca y la acerque a mi boca, fue un beso dulce, tierno y caliente. Sus labios eran una maravilla de otro mundo. Fue un momento sublime, pero ella decidió parar, cuando abrí mis ojos y la miré, ella estaba a punto de llorar. Me sentí un imbécil por hacerle esto. 

- Gracias Esteban - me regaló una sonrisa, pero la sentí fría. Ella se giró y se fue alejando de mi. Me quedé observándola hasta que desapareció ante mis ojos. 

Narra María

Sentir sus manos en mi cintura fue algo que soñé durante mucho tiempo, el beso que Esteban posó en mis labios lo había esperado desde siempre, quería quedarme a vivir en su boca, pero no iba a rendirme. Él tenía que pagar por todo lo que me hizo vivir, no voy a arriesgarme a vivir de nuevo en ese infierno en el cual estuve viviendo durante tanto tiempo. Si salí, fue para no volver. Y Esteban debe hacerme ver que ya no volveré a lo mismo. Detuve el beso en contra de mi voluntad. Me dirigí nuevamente con mi jefe a mi puesto de trabajo pero sorprendentemente esta vez el no me tomó de la cintura y se mantuvo en su lugar. 

Una vez en mi puesto de trabajo, no podía hacer más que pensar en Esteban y en ese beso que hizo que mi ser vibrara como nunca antes lo había hecho. 


Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora