Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)

Sin darme cuenta te amé-Capítulo 2

Varios días después...

María se encuentra sentada en la cama del hospital, esperando al doctor que le traería el alta medica, Esteban se encontraba inclinado delante suyo poniéndole sus zapatillas bajas. Ella no le hablaba simplemente se limitaba a comunicarse mediante gestos de cabeza o manos. Esteban buscaba constantemente redimirse de todos sus actos con ella. 

- Bien señorita Fernández, aquí le traigo su alta medica. Recuerde mantener limpio y seco tanto su vendaje como la zona alrededor de su herida. Tome estos medicamentos (Haciéndole entrega de la receta) y la espero en unos días para retirarle los puntos de su herida. 

- Gracias Doctor (Balbuceo María después de tantos días sin emitir palabra alguna).

Saliendo del hospital Esteban se dirige a su auto con las cosas de ella, a lo que María reaccionó inmediatamente 

- Detente Esteban, (Mirándolo fijamente) me tomaré un taxi, iré a casa de mi madre. 

- María yo... (Hablando despacio). 

- Tomaré un taxi (Con palabras firmes) no iré a tu casa (Haciendo énfasis en las últimas palabras).

- Nuestra casa María (Sus ojos adquirieron brillo).

- No, te equivocas. Aquella es tu casa, no tiene nada mío. Últimamente me he sentido como la empleada que contratas solo para que te prepare la cena y mantenga limpia tu casa. 

- Eso no es así (Las lágrimas se asomaron a sus ojos) María... 

- Claro que sí es así, vos no tenes idea de la cantidad de noches que he estado despierta y me he hecho la dormida cuando llegabas, solo para que no peleáramos. No tenes idea de cuantas noches anhelé que en lugar de que fueras a dormir a la habitación de invitados, abrieras las mantas y te acostarás a mi lado. No tienes la más puta idea de cuantas noches en vela pasé, esperando que por lo menos regresaras a la casa Esteban. He aguantado y llorado lo suficiente como para ya no querer más. 

- Perdóname María... (Una lágrima cayó por su mejilla) No sabia... 

- No, que ibas a saber si te preocupabas en ti mismo, en tu trabajo y quien sabe en quien más. (Mirándolo sin reaccionar a su llanto) Quiero el divorcio (Soltó de golpe).

Narra Esteban 

María no podía estarme haciendo esto, sentía como de a poco el alma se me caía a los pies, no podía creer que por mis idioteces estaba perdiendo a la mujer que por primera vez amaba, al principio se trataba de un juego pero con el paso del tiempo empezaba a sentir cosas realmente extrañas y por eso empecé a alejarme, tenia miedo, era un sentimiento totalmente extraño y ahora ella estaba parada frente a mi con su mirada implacable pidiéndome el divorcio. No podía permitir que esto suceda. 

- No, no te lo daré (parándose derecho ante ella para que sean más firmes sus palabras).

- Vamos Esteban, no te vas a poner en plan de mujercita, que tanto vos como yo sabemos que el que yo te haya pedido el divorcio es lo mejor que te pudo pasar.

Narra María...

Trataba de mostrarme impasible ante Esteban, intentando que en cada palabra que soltaba, no se notara el dolor que me causaban. No soportaba mirarlo a los ojos por eso intentaba esquivar su mirada cada tanto. Parecía que iba a llorar en cualquier momento pero yo he llorado tantas veces y él simplemente me miraba como si yo fuera tonta por el simple hecho de hacerlo.
No merece que me apiade de él, cuando solo se ha dedicado a humillarme.
Esteban me las va a pagar...