Sin darme cuenta te amé - Capítulo 6

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Una vez en mi puesto de trabajo, no podía hacer más que pensar en Esteban y en ese beso que hizo que mi ser vibrara como nunca antes lo había hecho.

Continua... 

Narra Esteban... 

Han pasado varias horas desde que me fui de la oficina donde trabaja María, pasaron horas desde que besé sus labios y sigo sin poder comprender cómo es que me privé de besar sus labios durante tanto tiempo. Besarla fue como si me hubiera subido a un cohete y viajara al cielo en cuestión de segundos. La suavidad de su lengua jugando con la mía, hacía que viera fuegos artificiales donde no los había. Necesito en este momento volver a tener sus labios junto a los míos. 

Estoy sentado en el sofá de la casa, cuando me tocan el timbre y cuando voy a abrir está Luciana, una amiga de la familia que no me da muy buena espina. 

- Hola Esteban, disculpa que te moleste pero, es que venia caminando por acá cerca y pasó un auto a gran velocidad y me baño con agua estancada. ¿Será que me puedo bañar rápido en tu casa? Va, si tu mujer no se enoja. 

- Eh no, María y yo estamos separados. Ella no está. Pasa y bañate, en el baño hay todo yo voy a salir a comprar mientras tanto. Sentite en tu casa. 

Salí de mi casa lo más rápido que pude. 

Narra María... 

Luego de terminar mi día laboral, decidí ir directamente a casa de Esteban, necesitaba que me explicará el motivo por el cual reaccionó de la manera en que lo hizo. Al llegar me debato bastante rato si toco el timbre o me voy. 

-Vamos María, ya estas acá, decidida-me auto aliento y al final decido tocarlo, al instante abren la puerta, en ella está una mujer envuelta en una de las toallas de Esteban con el pelo completamente empapado y me mira de arriba a abajo. 

-Hola.- Ella me habla como si estuviera molesta.

-Hola- contesto como puedo- venía a... 

-A ver a Esteban- me corta. 

- Sí, ¿Está? 

Ella mira hacia adentro - Sí, está. Pero, no te va a poder atender eh... decime lo que le quieras decir que yo se lo digo- Me quedó un momento en silencio tratando de asimilar todo lo que está sucediendo hasta que ella vuelve a hablar.-Decime tu mensaje a mi, que yo se lo digo. 

-No, no es nada urgente.-Digo mientras siento que las lagrimas se acumulan en mis ojos y mi pecho comienza a arder.- Gracias igual y discúlpame la interrupción. 

Me estoy por ir cuando me llama -María...-me devuelvo y la observo.- Yo creo que deberías dar un paso al costado, Esteban y yo estamos empezando algo y vos elegiste no estar con él, por favor no lo vuelvas loco. 

Me fui lo más rápido que pude, maldito Esteban y maldita esa mujer. Yo creí que iba a cambiar pero me engañó, es tan cierta esa frase "el zorro pierde el pelo pero no las manías". Camine un largo rato hasta mi casa mientras las lágrimas involuntariamente se escapan de mis ojos. Al llegar me doy cuenta que mi madre no está, lo cual agradezco demasiado porque no tengo ganas de hablar. 

Narra Esteban...   

Vuelvo de comprar, Luciana ya está vestida y duchada, pongo la comida en la mesa y la invito a sentarse. 

- ¿Estas más relajada después de la ducha con agua caliente?

- Ah, sí. Después le tengo que devolver su ropa a María. 

Le paso su sandwich- No te hagas problema con la ropa, después se la devolves tranquila- digo mientras le doy un mordisco a mi sandwich.  

- Bueno. 

La miro - ¿Te pasa algo? , tenés cara de preocupada. 

-Ya se me va a pasa. 

- ¿Estás así por lo que te paso?- ella responde asintiendo con la cabeza- no te creo, pero tengo que salir de nuevo. Así que en un rato vuelvo. 

Iba caminando por la calle cuando, a lo lejos veo a María caminando con su madre. Me acerco a ellas y María me mira sería y ¿enojada? 

-Hola ¿cómo estás María? Ya casi vendo el auto, hay muchos compradores, pero lo quiero vender a un precio elevado ya que está como nuevo. 

-Notable, se nota que tenés la capacidad de hacer muchas cosas al mismo tiempo. 

Es lindo lo que me dice pero, no sé porque encuentro cierto tono de ironía en sus palabras, se ve enojada pero no entiendo el porqué... 

-Ay no le hables así María - interviene su madre- decile lo que le queres decir como se lo querés decir ¿No te parece?

-No, no me parece. Esteban está apurado, debe tener que recuperar el tiempo perdido, así que no lo demoremos mamá...

-No, vos tenés cinco minutos- me habla la madre de María. 

-Todo el tiempo de mundo para María- le digo sonriendo. 

- Sí pero nosotras no mamá, porque íbamos al mercado. Así que vamos, chau Esteban.

Sí definitivamente María estaba demasiado enojada conmigo, su madre mientras se iban se giro y me hizo señas con su mano de que luego hablabamos. No comprendo mucho el motivo por el cual ella está así pero, continuo mi camino de nuevo a casa. 

Narra María... 

Esteban me quiere ver la cara de idiota, se piensa que yo no se nada y me habla como si todo estuviera bien, es un lobo disfrazado de cordero. El muy idiota creyó lo iba a tratar bien después de que se anduvo revolcando con aquella estúpida. 

Mi madre ya sabe lo que ocurrió pero ella, como siempre defiende a Esteban y que tengo que escuchar su versión de los hechos y que quizá nada es lo que parece, es tan estúpida como lo es Esteban. 

Narra Esteban...

Recibo un mensaje en mi teléfono y al revisarlo la madre de María me mando un mensaje en el cual me mandaba la dirección de un café donde me esperaba para conversar, no entendía muy bien pero necesitaba sacarme las dudas del porqué María estaba así. Estaba apunto de llegar a mi casa pero pegué la vuelta y fui al encuentro con mi suegra. 

Al llegar al café ella ya estaba allí. Me siento en la mesa y ella comienza a hablar. 

-Bueno yo vengo a hablar del último cambio de actitud de María. 

- Sí, si primero empezó a aflojar y ahora no sé... 

-Bueno yo te vengo a contar para que vos veas que no es un cambio caprichoso. 

-Yo no hice nada, se lo juro, no la presioné nada. De verdad te lo digo, sino te lo contaría. 

- ¿Y qué pasó hoy al medio día? -Me pregunta y yo no entiendo nada. 

-¿Al medio día?

-Sí -me mira con desaprobación. 

-Y yo que se qué pasó al medio día, si yo no estuve al medio día con María. 

-Esteban no te hagas el tonto conmigo que María me contó todo. 

Cada vez entiendo menos. 

-Pero te lo juro por mi madre, yo no estuve con ella. 

-Vos no estuviste con María, pero Luciana sí.- Suelta de repente y yo la miró desconcertado.

-Cómo? no... no puede ser. 

-Sí, María te fue a buscar hoy a tu casa y quién la atendió así de cuerpito gentil -hace mohines con sus manos señalando su cuerpo- solo con toalla y el pelito mojado, Luciana. 

-Si, si- digo agarrandome la cabeza y entendiendo el porqué de la reacción de María... 

Continua... 



 



Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora