Streptease(+18)

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Ella es dueña del caño, le encanta el Strep-Dance. Es consciente de su belleza, y del gran cuerpo que tiene. Sus senos exuberantes, su cintura mínimo proporcional para sus anchas caderas portadoras de un par de piernas llenas y largas, su trasero redondeado y apetecible a la vista de todo hombre.

Sabe el efecto que produce en los hombres con solo contonear sus caderas, lo disfruta.

Una noche calurosa de Noviembre, él junto con sus amigos fueron a un bar a festejar su cumpleaños. Como siempre se dejaba arrastrar por ellos, su novia no tenía privilegios ni porque estuvieran comprometidos.
Bebieron, bailaron y hasta cantaron, una noche increíble, no sabe en qué momento paso pero al despertar ya estaba en su casa...

Cristina no hacía más que recordar a aquel muchacho que iba junto a sus amigos por lo que pudo observar, intento ser más sexi de lo que había sido todas las noches, quiso llamar su atención pero, el nisiquiera se volvió al escenario. Decepcionada se había bajado e ido al camerino, su hora había terminado y así su jornada laboral.
Todas las noches iba a trabajar con un propósito... Volverlo a ver, pero el ya no iba.

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X: ¡Vamos Federico! Tienes que tener una despedida a tu soltería en toda extensión de la palabra. No, nos defraudes amigo...
Xx: Si Federico, no puedes hacernos esto, además... Ella no se enterará, y si se entera ni modo, ellas seguramente también tendrán streptease y toda la cosa...
F: ¿Saben? Tiene razón, los dejó a cargo de todo, háganme la mejor fiesta de todas... Eso si, quiero la mejor bailarina nudista que aiga...
X:Claro que si amigo, ya verás...

>>>

Una llamada de su jefe y lista con su uniforme se dirigió al lugar indicado, una fiesta sorpresa dijeron, una despedida de soltero.
Vestida con botas tacón alto, de charol negra hasta los muslos, con una falda que no dejaba nada a la imaginación, y una camisa atada en el vientre a la altura de sus senos, el cabello suelto, unos lentes, labios con rush color rojo pasión y bastón policial en mano. Tocó el timbre de la casa, no le importaba que dijera la gente de ella en la calle, le gustaba mostrar y ser consciente del cuerpo que poseía.

Cristina:
Abrieron la puerta y el muchacho que estaba en ella me repaso con la mirada de arriba, abajo. Me encanta sentirme devorada, con una voz ronca le preguntó:

C: ¿La despedida de soltero?
X: Si es aquí, pero creo que querré la función sólo para mi.

Me limite a sonreír y me hizo pasar... Me contó el plan que tenía y estuve de acuerdo me mostró una foto de su amigo para que lo reconociera inmediatamente cuando tuviera que hacerle el baile y mi mundo casi se derrumbó. El muchacho que tanto me gustó esa noche en el bar es el protagonista de esta despedida de soltero. No importa, voy a poner todo de mi parte y me lo voy a quedar, are que se separe si es posible, lo quiero para mi.

Una vez me dejó sola repase de memoria mi coreografía y comenzó a sonar mi canción, entre lentamente a la sala y ellos gritaron menos él, que clavo su mirada en la mía y me tuvo presa, baile moviendo mis cadera en forma circular mientras me iba acercando a él, con el bastón acaricie su cuello y fui bajando hasta llegar a su ingle, tome el bastón con ambas manos y me giré, al estar de espaldas a él me incliné haciendo que se viera parte de mi intimidad sólo cubierta por un diminuto tanga. Me enderece y abriendo mis piernas me senté en sus muslos agarrándome con una mano a su hombro y con la otra a su rodilla, me restregué contra su sexo y gemí en su oído. Él llevó sus manos a mis nalgas y me apretó un poco más a su sexo, que ya estaba duro.
Me levanté bruscamente y una vez me alejé comenze a sacar una a una mis ropas contoneando mi cuerpo, sus pupilas estaban dilatas y encendidas.

Sus amigos que se dieron cuenta de todo, tomaron sus cosas y sin más se fueron, yo los vi, él no.

Termine de sacar mis ropas y quede solo en ropa interior y mis botas. Me acerqué nuevamente a él, ya no me importaba el baile, me arrodillé en el suelo y desabroche sus pantalones liberando su erección, lo mire a los ojos mientras tomaba su pene entre mis manos y sin despegar mi mirada de la suya lo lleve a mi boca, lo lamí, lo disfrute y saboree, mordí la cabeza de su miembro haciéndolo soltar un ronco gemido. Me levanté y corriendo a un lado mis braguitas lo guíe dentro mío, me moví hacia delante y atrás, mejor dicho me restregué, me abrazo la cintura y me ayudó a subir y bajar por su miembro, pase mis brazos por su cuello y pose una de mis manos en su cabeza y lo moví hacia delante, pose su boca sobre la mía, probando sus labios por primera vez... Lo desee tanto tiempo, que es algo surrealista. Me encanta la suavidad y brusquedad con que besa.

Me levanta y me dirige hacia la pared me hace dar vuelta y apoye mi cara y senos a la pared, mi vientre y demás separados de la misma, y tomándome de las caderas y posicionándose medio de costado me penetró nuevamente, una nueva sensación, su pene clavando sólo una de mis paredes y ahondando profundamente en mi, me giro nuevamente y alzándome en el aire puso sus antebrazos debajo de mis rodillas y nuevamente me penetró, con más profundidad lo sentí tan rico, estuve a punto de llegar, pero bajo una de mis piernas y tuve que apoyar una de mis manos en la pared, gracias a la elasticidad que tengo logró apoyar mi tobillo en su hombro y otra ves comenzó a bombear dentro mío sin parar... Una, dos, seis.. Y un ronco gemido escapó de mi. Siete, ocho, quince... Y su lengua entró en mi boca. Dieciséis, diecisiete, treinta... Y el clímax explotó dentro mío, haciéndome perder el equilibrio, me tomó entre sus brazos y recostándome en el sofá que no sabía que había, se posó arriba mío y bombeo hasta encontrar su liberación, se derramó dentro mío, lo sentí quemar... Pero fue una sensación nada comparada a lo que sentí cuando me habló por fin...
F: Nose, siquiera como te llamas, pero lo que si se, es que me hechizaste de tal manera que ya no quiero ni casarme.

Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora