Victoria es una muchacha que lucha por salir adelante en su miserable vida.
Enfrentándose a todo aquel que represente una amenaza. En este caso "su jefe".Victoria cómo cada mañana está acomodando la mesa para cuando sus patrones bajen a desayunar.
Abastecio de variedades culinarias dicha mesa. Frutas, tostadas, medialunas, etc. Sus patrones eran impredecibles.
Una vez estuvo todo preparado, espero pacientemente a que se dignaran a aparecer.
A los minutos bajan los señores de la casa.
-Buenos días, ¿Les sirvo el desayuno? (Con una sonrisa educada).
-Si, por favor.Victoria sirvió el café, y se retiró. No sin antes despedirse con un movimiento de cabeza.
Se fue lo más rápido que sus pies se lo permitieron, se sentía demasiado intimidada por como la miraba el señor de la casa.Bajaron los hijos de los patrones, los desayuno y los despidió de la misma manera.
-Heriberto, ¿Vas con nosotros a dejar a los chicos al liceo (Colegio, institución, escuela) o vas directo a la oficina?
-No, tengo que ir a la oficina. Tengo unos asuntos pendientes que no pueden esperar demasiado.
-Está bien, nos vemos más tarde.Se despidieron y Heriberto se fue a su oficina, allí sentando en su escritorio no podía dejar de pensar en el cuerpo de su empleada domestica. No se cansaba nunca de mirarla cuando ella no se daba cuenta o eso creía él, que ella no notaba su mirada.
Su deseo hacia ella, era cada vez más intenso. Lo provocaba inocentemente.
Le encantaba ver como se curvaba sobre la superficie de la mesa al limpiarla, la forma en que su pomposo trasero se apretaba a la falda de su uniforme. O la manera en que sus senos se sacudían levemente al fregar la bacha (Pileta de lavar platos, fregadero). En sí, amaba sus curvas y como era toda ella; amaba su carácter fuerte. Le encanta que ella se enfrente a él y no se amedrente solo porque es su jefe.No podía concentrarse en su trabajo, decidido se fue a la casa.
Victoria está terminando de preparar el almuerzo, y acomodar la mesa. Cuando se llevó un susto al escuchar la puerta de calle cerrarse estrepitosamente.
Término de acomodar todo cuando una voz demasiado cerca la sobresalto. Rápidamente se giró y ahí estaba él, el dueño de sus fantasías más eróticas.
- ¿Qué hacías? (Mirándola con deseo).
-Terminando de preparar el almuerzo, señor.
-Hmm.. ¿La señora?
-Aún no ha llegado, usted llegó mucho antes que ellos.
- ¿Qué has preparado para almorzar?
-La señora pidió, lasagna. ¿Le parece bien o prefiere otra cosa?Comenzando a caminar hacia ella, al tiempo que Victoria retrocedía.
-De preferir si, preferiría otra cosa.
-¿Qué le gustaría comer señor?
-Para empezar, me gustaría comerte a ti.
La acorralo entre sus brazos y el filo de la mesa.
-Pues fíjese que eso no se va a poder (Levantando el mentón y mirándolo desafiante).
-Yo creo que si.
- (Empujandolo) Y YO LE DIJE QUE NO.
Camino hacia la punta de la mesa y él camino hasta la salida del comedor, cuando Victoria respiro dándose la vuelta creyendo que él se iba, la sorprendió tomándola del brazo y girando hacia él, tomando su boca en un arrebatador beso. Ella se separó y sin darle tiempo a reaccionar le estampó tremendo sopapo en la mejilla. Heriberto enojado la giro repentinamente y le apoyo bruscamente el torso sobre la mesa, le levantó la falda y le dio una fuerte nalgada, Victoria grito con sorpresa y del doloroso picor de la nalgada. Su respiración se aceleró al notar que él, le bajó con fuerza las bragas a la mitad de los muslos. Tomándola de las caderas la acercó a su protuberancia, haciéndola gemir ahogadamente.Se pegó a ella completamente, haciéndola sentir su deseo, respirandole en el oído. Paseo sus grandes manos en el cuerpo de ella, amazo sus senos por encima de la camisa y le desprendió tres botones; bajo más su mano, acarició suavemente su vientre haciéndola vibrar; está vez su mano se volvió más atrevida, hundiéndose en su feminidad, haciéndola retener la respiración. Sus dedos jugaron con su clitoris, haciéndola arder por dentro, mientras seguía respirandole al oído cada vez más fuertemente.
Se enderezo y rápidamente bajo el cierre de su cremallera y desbotonando su pantalón, el cual cayó a sus rodillas. Se bajó el bóxer y paseo su ya erecto pene por el sexo húmedo de Victoria. Causándole estragos en su interior, hundió la punta de su pene dentro de la cabidad de Victoria y ella gimio, entraba unos milímetros y volvía a salir. Torturandola, así estuvo minutos, hasta que ella no pudo más y llevo sus manos hacia atrás y lo tomo de los glúteos y llevo sus caderas hacia atrás, penetrandose por completo. Movió sus caderas, pidiéndole en silencio que la emvistiera.
Heriberto, fue hacia atrás y de un fuerte empellón la penetró profundamente. Con movimientos decadentes le hizo le amor. Sujetándose a las caderas de ella por miedo a que desapareciera. En el comedor solo se oían el chocar de las carnes ardidas de pasión y el fuerte alarido que escapó de la garganta de ambos amantes al llegar a la culminación del placer.
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Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)
De TodoSerán una serie de capítulos únicos, que espero los disfruten. Estaré actualizando al menos una vez por semana. Ya que requiero de muchas ideas de las cuales espero poder llegar a plasmarlas en borradores y luego publicarlas.