Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)

La Empleada parte XI(+18)

Continua...

Sus besos se intensificaban cada vez más, sus cuerpos ardían y sus sexos palpitaban de necesidad y anticipación.
Se daban placer mutuamente, la pasión era cada vez mas intensa. El calor que abundaba en la sala, los asfixiaba. Heriberto le saco la camiseta por la cabeza y la arrojo a un costado del sofa, al tiempo que Victoria abria bruscamente la camisa de Heriberto arrancando algunos botones que luego tendrian que buscar y coserlos en su lugar. Se fue deslizando por el cuerpo de Heriberto hacia abajo, esparciendo besos en el camino. Se acomodó entre sus piernas y beso su abdomen, mientra le desabrochaba los pantalones, bajo un poco más con su boca quedando cerca de su miembro y mordio la piel de la cadera de Heriberto, haciendolo sobresaltarse de la sorpresa. Su sexo palpitó impaciente, Victoria sujeto el pantalón de él por la cintura y tiro hasta abajo, él la ayuda levantando las caderas.

Heriberto quedó solo en boxer y Victoria lo acaricio por encima de la ropa interior, para luego meter sus manos en el interior del boxer y sacar su pene hacia afuera. Lo recorrió con la lengua, mientras miraba fijamente a Heriberto, con la mirada clavada en él, lo introdujo poco a poco en su boca. Movió su cabeza hacia arriba apretando un tanto la mandibula, rayando suavemente la piel de el pene mientras lo sacaba de su boca.
Heriberto sostuvo la cabeza de Victoria guiandola en sus movimientos, enredo sus manos en el cabello de ella, a ambos lados de su cabeza manteniendola quieta, mientras él subia y bajaba sus caderas penetrando la boca de Victoria sin control, con un último movimiento se hundio en el fondo de su garganta.

Victoria lo saco lentamente y se levanto y termino de desvestirse, cuando termino se acomodo apoyando su torso sobre el brazo del sofa, quedando de rodillas. Heriberto se acomodo atrás de ella y fue mordiendo la piel de uno de los lados de su columna, Victoria se retorcía impaciente. Cuando llego a sus caderas le levantó y le dio un cachete en las nalgas. Victoria se sacudió de sorpresa, riendo por el picor de la nalgada, Hiriberto le dio otro cachete en el mismo sitio a la vex que se hundía profundamente en ella.

Heriberto, se movio lentamente hacia atras sin salir completamente de ella, y tomándola de las caderas volvio a hundirse bruscamente en ella.
Un cadencioso bailoteo de caderas, se obraba sobre el sofá, el fuego crecia entre ellos, Heriberto a cada arremetida, le propinaba una nalgada a Victoria. La tomo de las caderas y empujo unas cuantas veces más. Salió de ella y se sento sobre el sofá, Victoria no necesito instrucciones, con una gozosa sonrisa se sento sobre él, acunando su miembro en su interior, paso un brazo por encima del hombro de Heriberto y se sujeto al respaldo del sillón y se inclino suavemente hacia atrás apoyando la otra mano en la rodilla de él. Con sus rodillas dobladas a ambos lados de las caderas de Heriberto, y con sus grandes manos sobre sus senos, se impulso hacia arriba, cabalgandolo insaciablemente. Acrecentando la tensión en ambos cuerpos, con la llegada del clímax, en el momento en que estaban llegando a la cima, Heriberto llevo uno de los pechos de Victoria a su boca, vaciandose completamente en ella.
Victoria tembló asombrosamente con la llegada de su orgazmo, la felicidad irradiaba en ambos rostros al observarse.

-Te amo Heriberto(Se abrazo a él).
-(Pasando sus brazos alrededor de ella) Te amo más mi vida, me encantaría poder formar una familia juntos.
-Tu, ya tienes una familia mi amor(Apunto de llorar)...
-No, mi vida. Maximiliano no es mi hijo, cuando me case con Linda, Max ya estaba en camino pero, yo no era el padre.
-(Lo miro asombrada) Yo... No lo sabía.
-Nadie lo sabe... (Abrazandola y poniendo una de sus manos sobre su vientre) Por eso deseo que pronto, aquí dentro crezca el fruto de nuestro amor.
-(Sonrió nerviosa)...
-(Noto la actitud de ella) ¿Qué pasa, no te gusta la idea?
-No es eso...
-¿Entonces? ¿Qué es? (Espectante).
-Es que... Ya esta creciendo el fruto de nuetro amor aqui dentro (Poniendo su mano, sobre la que Heriberto tenia en su vientre)...