Historia Tekila (ALTO CONTENIDO SEXUAL)

La secretaria III (+18)

Hola, volví. Estoy tratando de compensarlas por tantos meses de abandono. 

V- ¿Sabias que tenemos hadas trabajadora que hacen que el elevador se mueva para llegar arriba?

Continua... 

V- ¿Lle vella? (asombrada). 

V- Si, por eso no tenes que tener miedo, porque las hadas que están trabajando nos cuidan para que a ti no te pase nada (tomando con ternura sus manitos). 

V- Ya bebo (mirando a su mamá) pite mami, ya o teno mello (le sonríe y comienza a jugar). 

C- Gracias Victoria, nunca se me hubiera ocurrido algo así. Hay veces que tengo ganas de sacudirla un poco cuando empieza a gritar y no para (ríe) 

Su risa es tan divertida que me contagia a mi también. Las puertas del elevador se abren y salgo del mismo aún sonriendo, siento muchas miradas sobre mi, Valentina sale corriendo del elevador y para mi sorpresa me toma de la mano, sonriéndole la tomo en brazos y camino con ella a mi oficina ante la mirada estupefacta de mis empleadas. Me giro hacia Camila. 

V- Ve a tu puesto de trabajo tranquila que yo me encango de ella (hablando bajo). 

C- ¿Segura Victoria? (preocupada) No quiero que mi hija sea un problema para ti. 

V- Me enojaré si vuelves a decir eso. No es ningún problema. Tu ve a hacer tu trabajo que Valentina y yo iremos a hacer el nuestro. 

Me giré y fui a mi oficina con la niña, acomodé una de las sillas para los clientes a mi lado y tomando un par de cojines del sofá que hay en mi oficina los puse en la silla y senté a la niña. 

V- Bien Valen, yo te daré esto (pasándole una hoja y varios lápices) tu harás un hermoso dibujo aquí mientras yo pido nuestros desayunos como jefas que somos así podemos hacer bien nuestro trabajo ¿te parece? (tomando el teléfono la observo). 

V- Shi, choate. 

Pido nuestros desayunos los cuales llegan a los minutos. Y así pasa mi día compartiendo con una niña que se acaba de ganar mi corazón tanto como su madre. 

Más tarde... 

Hoy debo hacer mi viaje de trabajo, no quiero irme y dejar a Camila aquí... Este tiempo he notado que la recepcionista de planta baja está interesada en ella, eso me hace reventar de celos cada vez que llego tarde y las veo charlar. Andrea continuamente se acomoda el cabello y se posiciona de tal manera que muestra todo su escote, varias veces me he descubierto comparando el tamaño de mis senos con los de ella. Yo también tengo lo mío, aunque no lo explote como lo hace ella. Yo soy más recatada. 

Dos semanas después... 

Al fin en casa, estoy cansada de tanto viaje y de dos semanas de extenso trabajo. Hoy me tomaré mi día para descansar y mañana volver al trabajo más relajada. Años hace que no me tomo un día para mi. 

Narra Camila: 

Los días pasaron más que lentos para mi, no era lo mismo trabajar sin Victoria. La extrañaba. El día que la conocí le conté casi toda mi vida, ella me inspiraba confianza, le hable sobre mi hija, sobre mi ex pareja y al parecer ella cree que mi ex pareja es un hombre. Es más que claro, digo... tengo una hija, ex pareja, racionalmente yo sola no puedo tener una hija, si o si, se necesita un óvulo y un espermatozoide.

Mi ex pareja se llamaba Carmen, una mujer muy guapa a decir verdad, pero definitivamente no era la persona que estaría para siempre conmigo. Yo tenía muchos deseos de ser madre, a ella le gustaba la diversión, el día que decidí comenzar el tratamiento para hacerme una inseminación, nuestra relación comenzó a ir en descenso. Ya no era lo mismo, hasta que logré quedar embarazada. Ese día volvía con una sonrisa enorme del hospital, esperando que ella cambiara de opinión al saber que seriamos mamás pero, todo termino cuando abrí la puerta de la casa y ella estaba ahí, semi desnuda con otra mujer.